Desde 2023, el estrés, la ansiedad y la depresión causadas por el entorno laboral son reconocidas como enfermedades de trabajo en México, conforme a la Ley Federal del Trabajo y la Norma Oficial Mexicana NOM-035. Esta disposición permite que los trabajadores afectados por estas condiciones soliciten una incapacidad médica respaldada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La normativa establece que cualquier trabajador que presente síntomas de estrés laboral puede iniciar el trámite de incapacidad siempre que exista una relación directa entre su estado emocional y su ambiente de trabajo. Un médico del IMSS debe realizar una evaluación y confirmar que la salud mental del trabajador está comprometida por causas laborales.
El proceso para tramitar la incapacidad comienza con una cita médica en la Unidad de Medicina Familiar del IMSS. Durante la consulta, el trabajador debe exponer sus síntomas físicos y emocionales y su impacto en el desempeño laboral. Si se determina necesario, será referido a un psiquiatra o psicólogo del instituto, quien tras una evaluación clínica puede emitir un Certificado de Incapacidad Temporal para el Trabajo.
Este certificado debe entregarse al centro laboral, y el trabajador deberá seguir el tratamiento indicado. El IMSS cubre el subsidio a partir del cuarto día de incapacidad, mientras que los primeros tres corren por cuenta del patrón. Además, se garantiza atención médica especializada durante todo el periodo de incapacidad y el derecho del trabajador a no ser despedido por esta causa.
En caso de que la condición persista o derive en una afectación permanente, el trabajador puede solicitar una pensión por incapacidad. Esta medida representa un avance en la protección de la salud mental en el ámbito laboral y reafirma el compromiso institucional con el bienestar emocional de los trabajadores en México.