Turismo por: BT INAH reporta hallazgos arqueológicos clave en 2025: desde Guerrero hasta el Tren Maya 2025-12-30

En 2025, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realizó descubrimientos arqueológicos que complementan y abren nuevas discusiones sobre las sociedades precolombinas en México. El trabajo se desarrolló desde los desiertos del norte hasta las selvas del sureste, incluyendo exploraciones bajo ciudades modernas y en escarpadas montañas.

Guerrero fue una de las entidades con mayores aportes. En abril, en la cueva de Tlayócoc, municipio de Carrizal de Bravo, se hallaron 14 objetos prehispánicos del periodo Posclásico (950-1521 d.C.), incluyendo tres brazaletes de concha, un caracol (posiblemente Triplofusus giganteus) y ocho discos de piedra, asociados a rituales de fertilidad de la extinta etnia tlacotepehua. En octubre, en la Costa Chica, se dio a conocer el enclave Paso Temprano o Corral de Piedra, un sitio de 1,200 años de antiguedad que podría definir una nueva cultura del periodo Epiclásico (650-950 d.C.). Con más de 1.2 kilómetros de extensión, presenta áreas palaciegas, un juego de pelota y una muralla.

El salvamento arqueológico en las obras del Tren Maya continuó arrojando hallazgos. En Yucatán, en el ejido Sierra Papacal, se ubicó un probable marcador arquitectónico que representaría a un 'señor anciano' del periodo Preclásico (2500 a.C.-200 d.C.). En Quintana Roo se recuperó una olla globular decorada con motivos geométricos negros del Posclásico Tardío regional (1200-1550 d.C.) en el sistema Garra de Jaguar. Además, el Proyecto Arqueológico Usumacinta Medio avalado por el INAH sustentó que Aguada Fénix, Tabasco —con una estructura excavada entre 915 y 850 a.C.— fue concebida como un cosmograma con pigmentos direccionales azul (azurita), verde (malaquita) y amarillo-ocre (goethita), la expresión más antigua de simbolismo cromático direccional en Mesoamérica.

Otros descubrimientos incluyen: un conjunto mortuorio con restos de al menos 17 individuos en Coahuila; vestigios domésticos y entierros humanos del Posclásico Tardío (1325-1521) pertenecientes al barrio Atezcapan en Tlatelolco; dos cañones usados probablemente durante guerras contra Francia y Estados Unidos encontrados en Veracruz; así como trabajos sobre pinturas rupestres en Puebla y estudios óseos que revelaron una modificación craneal inédita para la Huasteca.