_ La aplicación de la innovación tecnológica en la planeación de un proyecto de ciudad, debe estar sustentada en las necesidades básicas de la ciudadanía y para ello, se requiere construir mecanismos de comunicación entre la población, academia, expertos y la administración pública, afirmó Claudia Sheinbaum Pardo, jefa delegacional en Tlalpan.
Durante el foro “Lo que nos permite vivir, agua, energía, territorio”, dijo que para visibilizar un futuro con perspectiva, la toma decisiones deben estar enfocadas a una proyección de ciudad. “Hay que darle a la ciudad una visión distinta, hay que recuperar los lagos, y al mismo tiempo ver cómo resolvemos la calidad del agua, el abastecimiento del agua potable, porque finalmente esa es la necesidad de las personas”, agregó.
Acompañada por especialistas e investigadores en medio ambiente y sustentabilidad, Sheinbaum Pardo, enfatizó que el sueño de rescatar estar ciudad, sí es posible si se logra establecer una comunicación entre la academia y los expertos para la conservación de la naturaleza y mejorar la calidad de vida.
En su participación, Daniel Chacón Anaya, director del Programa de Energía de la Iniciativa Climática de México, comentó que una opción para caminar hacia una ciudad sustentable, es descentralizar la energía, lo cual tiene ventajas y es lo que están proponiendo en diferentes partes del mundo.
Apuntó que actualmente dirige un proyecto para aprovechar la energía solar en la ciudad, que consiste en instalar techos urbanos, y las posibilidades obtener óptimos resultados favorables son altos. “Imagínense cuánto podría beneficiar a los hogares en situaciones vulnerables que carecen de electricidad”, agregó.
Señaló que en un futuro próximo, el país podría contar con este instrumento ecológico; se estima que el 70% de las viviendas tendría techos solares, al resto no se le puede instalar porque viven a la sombra de un edificio.
“Tlalpan tiene las características necesarias para poder tener techos solares, porque la vivienda tiene las condiciones, podrían ser candidatos para llevar a cabo este proyecto”, añadió.
A su vez, Elías Cattan Cherem, director del Taller 13 Arquitectura Regenerativa, apuntó se tiene que empezar a desarrollar micro proyectos alrededor de la cuenca que sean convenientes y armónicos con el medio ambiente.
“Tenemos que empezar a generar y a plantear semillas de lo que nuestra ciudad puede ser, invitando a la gente a participar, invitando a que todos soñemos y no sólo soñemos, sino accionemos una mejor ciudad”, comentó.
Patricia Romero Lankao, investigadora del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica, enfatizó que los gobiernos deben enfocar sus acciones en tres rubros: agua, energía y alimentos, y para lograr resultados positivos se debe romper con las inercias a través de la voluntad política y así rendir cuentas óptimas a los ciudadanos.
“Se sabe qué se tiene que hacer, es decir, ejercer un servicio comunitario resguardar áreas verdes, crear espacios sustentables, mejorar la calidad del aire, lo que se traduce en establecer políticas con ética y visión de ciudad para ofrecer una mejor calidad de vida de los habitantes”, afirmó.
Por su parte, Marlene Cortez Lugo, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública, recalcó que la contaminación ambiental afecta la salud de la población más vulnerable como niños y adultos mayores, ya que hay estudios que demuestran que en las contingencias ambientales, se incrementan las enfermedades respiratorias.
Explicó que en el medio ambiente se encuentran partículas muy pequeñas que son las más tóxicas, por ello es necesario continuar investigando qué otras sustancias afectan de forma negativa al organismo.
Cortez Lugo dijo que se debe ser más estricto en lo permisible en cuanto a los niveles de contaminación, que actualmente es de 100 puntos de acuerdo al Índice Metropolitano de la Calidad del Aire (IMECA), sin embargo, sugirió que las normas mexicanas deberían de apegarse a lo que establece la Organización Mundial de la Salud, que es reducir el puntaje a 50.
A su vez, María Concepción Martínez Omaña investigadora del Instituto Mora, hizo la reflexión de que es necesario volver al pasado, en función de las diferentes experiencias que los habitantes originarios de la cuenca empezaron a desarrollar.” Se trata de volver al pasado para reactivar, retomar, reconstituir las relaciones de la población con el entorno natural de la cuenca”, indicó.
Apuntó que para lograr una mejor ciudad, es importante la participación de la población para la reformulación de la política pública así como activar la participación ciudadana”, concluyó.
