_ Conquistado por el sonido tradicional de la Orquesta Típica de la Ciudad de México (OTCM), considerada a partir de 2011 Patrimonio Cultural Intangible, el público ovacionó a la agrupación a cargo de la Secretaría de Cultura capitalina en el Foro Azcapotzalco, donde presentó su penúltimo concierto con un programa especial rumbo al cierre de su Segunda Temporada 2017.
“Daremos inicio con la presentación de la Sinfonía de la sandunga, de Pablo Marín, quien fue director, arreglista y compositor de esta agrupación y de una manera fabulosa nos presenta este tema tan conocido por todos, pero tratado de una forma mucho más sinfónica, basándose en los principios de la composición del periodo romántico”, explicó al comenzar el concierto el director artístico, Luis Manuel Sánchez Rivas.
Tras el primer aplauso prolongado de la audiencia, entre quienes se encontraban varias personas que escucharon por primera vez a la agrupación, se interpretó “Las bodas de Luis Alonso”, de Gerónimo Giménez, y enseguida la alegría se contagió con la ejecución de “La calle de los sueños”, de Mario Ruiz Armengol, una dulce pieza con un toque de jazz, cuyos sonidos y armonías protagonizadas por las flautas y los violines deleitaron al público de todas las edades reunido para la ocasión.
Las voces del Coro de la Orquesta Típica invadieron el escenario para acompañar a esta institución musical con 133 años de trayectoria al interpretar “Así es mi tierra”, de Higinio Hernández, y “Como México no hay dos”, de Pepe Guízar, con un arreglo del maestro Félix Santana, quien también fue director de la Típica.
El director recordó con el público la historia de la Orquesta Típica de la Ciudad de México, fundada por Carlos Curti en 1884, cuya finalidad fue integrar al sonido sinfónico las notas de los instrumentos típicos de esa época, por lo que presentó al público pequeñas interpretaciones del bajo sexto, el bandolón, el salterio, la marimba chiapaneca y el arpa sinfónica, para que el público pudiera desmenuzar la esencia musical de esta agrupación.
La siguiente pieza fue “El limoncito”, de Alfonso Esparza Oteo, la cual fue interpretada por esta misma agrupación la mañana del 17 de julio de 1928 en el restaurante “La Bombilla”, día en que fue asesinado el general Álvaro Obregón. Por último, la Orquesta Típica ofreció el popurrí “Suite regional” y tras el caluroso aplauso del público que solicitaba su retorno, la agrupación presentó “Las mañanitas”, pieza con la que se despidió de los asistentes.
“Dentro del proceso actual que vive la agrupación, estamos renovando y ampliando el archivo histórico que cuenta con más de mil obras, pero que son arreglos especialmente pensados para esta agrupación y sus instrumentos”, compartió Sánchez Rivas y exhortó al público a acudir el próximo domingo 16 de julio al Kiosco Morisco de Santa María La Ribera, para el disfrute de este mismo programa que presentará a las 12:00 horas.
