_ La dependencia, encabezada por Eduardo Vázquez Martín, se suma a la pena que aqueja a su esposa, Cristina Pacheco, y a su hija, la también poeta, Laura Emilia Pacheco.
José Emilio Pacheco deja un vacío muy grande, pero su legado quedará vivo: Vázquez Martín.
La Secretaría de Cultura de la Ciudad de México lamenta el sensible fallecimiento del poeta, narrador, ensayista y traductor, José Emilio Pacheco, quien murió la tarde de este domingo a la edad de 74 años de edad, en la ciudad de México.
La dependencia, encabezada por Eduardo Vázquez Martín, expresa su pésame a la esposa del literato, la periodista y escritora, Cristina Pacheco, así como a su hija, la también poeta, Laura Emilia Pacheco, y se suma al dolor de sus familiares y amigos por la pérdida de quien fue reconocido con el Premio Miguel de Cervantes en 2009.
El Secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín, señaló que José Emilio Pacheco nos enseñó a leer y, aparte de ser un extraordinario poeta, fue un gran novelista y gran divulgador de la cultura. Es por ello que, dijo, ahora México se queda un poco más solo y habrá un vacío muy grande que no lo llenará nadie.
a€œAlgo de este país se parece ya a José Emilio Pacheco, la capacidad de indignación y la capacidad de mirar al mundo desde la poesía. Fue un hombre con un compromiso ético y un compromiso poético muy profundo; su legado queda vivo, es un poeta que va a seguir vivo porque es un poeta de la cultura mexicana que fue capaz de ver con los ojos de la poesía al mundo y con un enorme amor no ausente de ironíaa€, expresó.
Vázquez Martín comentó que pese a la ausencia del poeta, la poesía mexicana está más viva porque la habitó José Emilio Pacheco y por ello a€œvamos a hacer lo que se debe realizar con todo poeta: promover su lectura, más que convertirlo en un monumento, vamos a acercar sus versos a la gentea€.
José Emilio Pacheco nació en la Ciudad de México el 30 de junio de 1939 y su labor literaria destacó por sus obras poéticas y narrativas. Su labor como escritor comenzó en revistas estudiantiles y a lo largo de su trayectoria colaboró en los medios Diario del Sureste, Diario de Yucatán, Diorama, El Dictamen, El Nacional,Excélsior, la revista Proceso y Universidad de México, en el suplemento Ramas Nuevas de la revista Estaciones y fue jefe de redacción del suplemento México en la Cultura.
Su obra poética abordó temáticas como el paso del tiempo, la vida o la muerte. Sus legados literarios más destacados incluyen los títulos Los elementos de la noche (1963), No me preguntes cómo pasa el tiempo (1969), Los trabajos del mar (1984), Miro la tierra (1986) y Ciudad de la memoria (1989).
A través de sus obras El viejo distante (1963), Morirás lejos (1967), El principio del placer (1972), Las batallas del desierto (1981) y La sombra de la Medusa y otros cuentos marginales (1990), Emilio Pacheco abordó temáticas como la pérdida y singularidad de la niñez, así como la relaciones afectivas.
La obra del escritor le llevó a ser reconocido en 1967 con el Premio Magda Donato por Morirás lejos; dos años después con el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes por No me preguntes cómo pasa el tiempo y en 1973 obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia por El principio del placer.
En 1980 fue distinguido con el Premio Nacional de Periodismo de divulgación cultural y tres años después con el de la Sociedad de Críticos Teatrales a la mejor traducción por Un tranvía llamado deseo. En 1991 obtuvo el Premio Nacional Malcolm Lowry y el Premio Nacional de Literatura y Lingüística. Posteriormente obtuvo en 1995 el Cuarto Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez 1995.
José Emilio Pacheco también fue reconocido con el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso 2001, que le otorgó la Universidad de Talca en Chile y en 2002 con el Doctorado honoris causa por la Universidad Veracruzana y la Universidad Nacional Autónoma de México.
En 2003 recibió los premios Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde y el Internacional Octavio Paz de Poesía y Ensayo; en 2008 el San Luis al Mérito Literario y en 2009 el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2009 por el conjunto de su obra.
Como reconocimiento a su trayectoria en 2009 se le otorgó la Medalla de Oro de Bellas Artes y el Premio Cervantes de Literatura. Por su parte, el Gobierno del Distrito Federal le reconoció con la Medalla 1808 en 2009, y el Premio al Mérito Cultural a€œCarlos Monsiváisa€ en 2012.
La trayectoria del escritor también incluyó su participación en la academia como profesor en universidades de Estados Unidos, Canadá, Inglaterra y México, en éste último, desde 1986 era miembro del Colegio de México.
