_ Técnicos y profesionistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), cuyas trayectorias van desde los cinco hasta los 50 años de servicio, fueron reconocidos por autoridades y representantes sindicales de la institución que, en paralelo, cumple este año 78 años de trabajo sostenido en pro del cuidado, la protección, investigación y difusión del patrimonio cultural de México.
En ceremonia realizada en el Museo Nacional de las Culturas (MNC), el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, acompañado de la secretaria técnica del instituto, Aída Castilleja González, del secretario general del Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores de la Secretaría de Cultura (SNDTSC), Juan Manuel Hernández Melchor, y de representantes del Sector INAH de esta organización, encabezaron la entrega de reconocimientos por antiguedad a 488 trabajadores de la República.
En representación de la secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, el antropólogo Diego Prieto destacó que durante toda su historia, en el presente y de cara al futuro, “los trabajadores no sólo son el recurso más importante, sino el corazón, los brazos y la mente misma del INAH”.
Sin el apoyo de los más de siete mil profesionistas y técnicos que al día de hoy suman esfuerzos al interior del instituto, comentó, no sería posible afrontar los desafíos que implica el manejo de la amplia red de zonas arqueológicas y museos que el INAH tiene a su cargo, o bien, el tránsito que, por ejemplo, emprendió el organismo al ser creada en 2015 la Secretaría de Cultura por parte del gobierno federal.
Coincidió con la propuesta del secretario general del SNDTSC, de formalizar un pacto de unidad a través del cual, autoridades y empleados sindicalizados, coadyuven en el fortalecimiento de las capacidades del instituto, y en la defensa de los derechos de quienes lo integran.
A nombre de los premiados, Alfonso Pineda, trabajador jubilado que durante 50 años se desempeñó en la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), manifestó que, para él, el INAH fue una segunda casa que le permitió desarrollarse no únicamente como profesional, sino también como ciudadano y ser humano.
Destacó también el honor que como trabajador de la CNCPC, representó el estar encargado de la preservación y difusión del legado común de todos los mexicanos.
Pedro Dávalos, artista plástico con más de 45 años en el INAH y adscrito al MNC, recinto para el cual ha realizado múltiples reproducciones de esculturas etruscas, sumerias, incas y mesoamericanas, que hoy forman parte de la exposición permanente del museo, declaró que “trabajar en el INAH implica llevar la voz y la memoria de nuestras culturas ancestrales a visitantes de todo el mundo y, especialmente, a los jóvenes y las generaciones por venir”.
