_ El municipio de Metepec, Estado de México, es conocido por ser cuna de los icónicos árboles de la vida, piezas de barro decorativas que narran historias mediante su modelado y pastillaje policromado. La familia Soteno Ambrosio, con cuatro generaciones de artesanos, ha destacado en la preservación y evolución de esta tradición.
Israel Soteno, actual representante de esta dinastía artística, combina la herencia de sus antecesores con un estilo propio. Su abuela, Modesta Fernández Mata, fue pionera en el oficio alrededor de 1940. Su padre, Tiburcio Soteno Fernández, continuó la tradición familiar y transmitió sus conocimientos a Israel, quien desde niño aprendió el amasado del barro y la creación de detalles para los árboles de la vida.
Las piezas de los Soteno, hechas con barro rojo típico de Metepec, incorporan temáticas diversas que van desde escenas bíblicas hasta narrativas culturales. Obras como El encuentro de dos mundos, exhibida en el Museo Británico, o El sueño del Quijote, son ejemplos de su alcance global. Israel destaca por la obra El rebelde, que forma parte de la colección permanente del Museo Nacional de Antropología.
Con estudios en Artes Plásticas, aunque dedicándose de lleno al barro desde los 20 años, Israel ha participado en exposiciones importantes como Arte/Sano entre artistas 7.0 y Esto somos. Arte mexicano vivo. Además, busca preservar el legado familiar con un enfoque contemporáneo que dialoga con su entorno y las memorias colectivas.
La obra de Israel Soteno refleja no solo la grandeza cultural de Metepec, sino también el esfuerzo de una familia por mantener viva una tradición que combina historia, identidad y creatividad.
