_ La administración de Donald Trump ha reactivado su estrategia de aranceles contra China, aumentando un 10% las tarifas sobre productos del país asiático. En respuesta, Beijing anunció medidas que afectarán la importación de productos agrícolas estadounidenses y restringirán el acceso de varias empresas de EE.UU. al mercado chino.
El gobierno chino calificó los nuevos aranceles como una medida proteccionista sin fundamento y señaló que no cederá ante presiones externas. El Ministerio de Comercio de China impuso gravámenes adicionales de hasta 15% a productos como pollo, trigo, maíz y algodón, afectando directamente a sectores clave de la economía estadounidense. Además, restringió la compra de tecnología china a 15 compañías de EE.UU., incluyendo Skydio, importante fabricante de drones.
Expertos advierten que estas medidas pueden generar un impacto significativo en la economía global, afectando el comercio bilateral y aumentando las tensiones en mercados estratégicos. Aunque China mantiene un crecimiento proyectado del 5% para 2025, el conflicto comercial con EE.UU. podría desacelerar sus exportaciones y generar incertidumbre en sus planes de desarrollo económico.
Mientras tanto, la Casa Blanca no descarta incrementar los aranceles hasta un 60% si no percibe cambios en la política comercial china. La tensión entre ambas potencias se mantiene, y los efectos de esta guerra comercial podrían extenderse a otros mercados, afectando la estabilidad económica global.
