_ Desde el Clausura 2017, año del último título del Guadalajara, Chivas ha acumulado más técnicos que campeonatos en su historia. La rotación constante en el banquillo ha debilitado cualquier intento de continuidad o proyecto a largo plazo, haciendo evidente la crisis estructural que atraviesa el club.
Tras la salida de Matías Almeyda, quien dejó una huella con 146 partidos dirigidos y varios títulos, el club ha visto pasar a 13 entrenadores, incluyendo a figuras como José Cardozo, Tomás Boy, Luis Fernando Tena, Víctor Manuel Vucetich y más recientemente Gabriel Milito. La mayoría no ha superado los 25 partidos dirigidos, y en muchos casos, su efectividad ha sido inferior al 50%.
Durante un tiempo, Amaury Vergara apostó por técnicos mexicanos como parte de una política de identidad nacional. Sin embargo, los resultados no acompañaron. Ricardo Cadena fue el único en obtener números positivos, con un 52% de efectividad, mientras que otros como Marcelo Leaño o Tena no lograron consolidarse.
La apertura a entrenadores extranjeros como Veljko Paunović y Fernando Gago generó algo de expectativa. Paunović alcanzó una final en 2023 y Gago unas semifinales en 2024, pero ninguno completó más de dos torneos. Las salidas apresuradas de ambos reafirmaron la falta de continuidad que marca a Chivas.
En 2025, el panorama no ha mejorado. Gabriel Milito ha registrado resultados negativos en el Apertura, reflejo de una gestión donde los proyectos se rompen antes de madurar. La comparación con Almeyda es inevitable: ningún técnico posterior ha llegado siquiera a la mitad de sus partidos dirigidos, confirmando que el mayor rival del Rebaño sigue estando en casa.
