_ La alianza entre Elon Musk y Donald Trump ha llegado a su fin con un giro que podría reconfigurar la política estadounidense. El empresario sudafricano, CEO de Tesla y SpaceX, ha oficializado la creación del “America Party”, un nuevo partido político que busca representar al electorado moderado y desafiar tanto al Partido Republicano como al liderazgo de Trump.
El detonante de la ruptura fue el respaldo de Trump a un polémico paquete legislativo conocido como el “One Big Beautiful Bill”. Musk criticó duramente la iniciativa por su impacto fiscal y la calificó como “esclavitud de la deuda”. En respuesta, Trump amenazó con revisar los subsidios federales que reciben las empresas de Musk, incluso insinuando la posibilidad de su deportación.
El anuncio del America Party se realizó el 4 de julio, tras una encuesta en la red X donde más del 65% de los participantes apoyaron su formación. El partido se define como centrista y propone una plataforma basada en libertad de expresión, responsabilidad fiscal, innovación tecnológica y reducción del gasto público. Musk planea enfocarse en contiendas legislativas clave, buscando convertirse en el “voto decisivo” dentro del Congreso.
Esta movida ha causado un cisma en la derecha estadounidense. Analistas prevén deserciones estratégicas hacia el nuevo partido, mientras figuras republicanas como Steve Bannon y el propio Trump han descalificado la iniciativa. Sin embargo, políticos como Thomas Massie ya han recibido el respaldo de Musk, lo que anticipa un posible reagrupamiento ideológico.
Pese al respaldo financiero y mediático de Musk, expertos advierten que el sistema electoral estadounidense presenta grandes obstáculos para terceros partidos. Aun así, el verdadero objetivo del America Party podría no ser ganar elecciones, sino forzar una reconfiguración ideológica en la derecha, usando su influencia como herramienta de presión sobre el Congreso y el Partido Republicano.
