Equinoccio de primavera: florecimiento y cambios en el ambiente - NTCD Noticias
Viernes 29 de marzo de 2024

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Equinoccio de primavera: florecimiento y cambios en el ambiente

Equinoccio de primavera: florecimiento y cambios en el ambiente

Equinoccio de primavera: florecimiento y cambios en el ambiente

_ El 20 de marzo a las 15:24 horas, se llevará a cabo el equinoccio de primavera, cuando el Sol cruzará el ecuador celeste de sur a norte de la Tierra, haciendo que el día y la noche tengan la misma duración. Este fenómeno provoca cambios notorios en la vida diaria, como la floración de árboles y plantas. Juan Américo González Esparza, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, explica que los cambios de estaciones se deben a la inclinación del planeta respecto al Sol durante su desplazamiento a lo largo del año.

González Esparza señala que la percepción de mayores niveles de radiación solar no se relaciona con la distancia de la Tierra al Sol, sino con factores como la sequía. La llegada del equinoccio de primavera, acompañada de más horas de luz, activa la floración en diversas plantas y árboles, un proceso esencial para su vida, comenta Leonardo Alejandro Beltrán Rodríguez, experto del Jardín Botánico del Instituto de Biología de la UNAM.

Entre las plantas que florecen durante esta temporada se encuentran cazahuates, colorines, macpalxóchitl y palo loco. México es el único lugar del mundo donde los cazahuates, pertenecientes al género Ipomoea, se desarrollan como árboles en lugar de enredaderas. Beltrán Rodríguez destaca que este fenómeno se debe a las particularidades climáticas del país.

El colorín, el macpalxóchitl o flor de manita, y el palo loco son otras especies que aportan color a las calles durante la primavera. Algunos expertos promueven la inclusión del palo loco en programas de reforestación para el Valle de México debido a su atractiva floración y adaptabilidad a las condiciones regionales.

Además de las especies nativas, también se encuentran plantas introducidas de otros lugares, como el tulipán africano, los palos rosados y amarillos, y la jacaranda. Aunque estas especies requieren del cuidado humano para sobrevivir, se han adaptado a las condiciones de la Ciudad de México, incluyendo temperatura, altitud, cantidad de lluvia y viento.

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