_ En el año 2013, el artista escénico Alejandro Franco fundó la compañía Locomoción Laboratorio de Investigación y Creación Escénica, en la Ciudad de México, con el objetivo de crear proyectos multidisciplinarios y acercar los procesos artísticos a diferentes públicos.
A finales de ese mismo año, decidió trasladar y establecer la agrupación en Tecomán, Colima, debido a que “pensamos que era un buen lugar para generar un cambio a partir del arte”, expresa en entrevista Franco.
A partir de entonces, la compañía, conformada por ocho jóvenes artistas, se dedica a elaborar proyectos que exploran las artes escénicas, plásticas y visuales, porque “consideramos que son un arte integral que tiene cabida para cualquier cosa, son un medio de expresión que puede ser un potenciador inmenso”, comenta.
Fue en 2017 que presentaron su primera obra Tic, tac, clown, la cual integra las disciplinas de fonomímica, danza contemporánea y, como su nombre lo indica, clown.
A la fecha, cuentan cerca de 20 montajes escénicos distintos; de igual manera, presentan recitales de danza y teatro con diferentes temáticas: historia del rock, mujeres relevantes en la música y comedia musical, por mencionar algunos.
Entre su repertorio se encuentran la obra de teatro Circo para bobos, que aborda el tópico de la búsqueda de la felicidad y con la cual ganaron una mención honorifica en la Muestra Estatal de Teatro de Colima 2019; así como la puesta en escena de Sin rumbo, compuesta por cuatro historias trágicas inspiradas en el realismo mágico.
El entrevistado destaca las videodanzas Limbo, diálogos del cuerpo y el espacio, que trata sobre “los vacíos emocionales y personales que se generan a partir del confinamiento por la contingencia sanitaria”; y Dos sangres, cuyo eje temático es la multiculturalidad y “cómo podemos abrazar distintas culturas siempre dándole el espacio a cada una”; ambas presentadas de manera virtual durante la contingencia sanitaria.
La agrupación también se interesa en abordar temáticas como la violencia de género, el rescate de espacios públicos, el cuidado del medio ambiente, “que consideramos pertinentes para nuestro contexto social, político y territorial. Con ellos nos interesa alzar la voz, generar consciencia sobre lo que pasa a nuestro alrededor y crear un cambio, en nuestro caso, a partir del arte”.
Respecto a la forma en la que crean nuevas propuestas escénicas, Alejandro Franco comenta que consiste en “investigar los procesos, conocer sus estructuras y fragmentarlas para construir nuevas; por ejemplo, hacemos talleres con un especialista y nosotros tratamos de construir algo a partir de ahí”.
Además de dedicarse a la producción de obras, también imparten talleres a niñas, niños, jóvenes y adultos, sobre teatro y danza; y se dedican a organizar festivales artísticos con el propósito de “distribuir el conocimiento y fomentar las artes escénicas en nuestra comunidad”.
Ante la emergencia sanitaria, la compañía se ha mantenido activa a través de formatos virtuales, tomando cursos, presentando sus trabajos y “explorando nuevas posibilidades de creación y construcción; para nosotros ha sido bien importante, como artistas y seres en resiliencia, adaptarnos y no clavarnos en lo que no podemos hacer, sino en lo nuevo que podemos generar a partir de estas experiencias”, expone Franco.
Actualmente, entre sus nuevos proyectos se encuentra una colaboración con el artista Hiram Castillo, para realizar una serie de fotografías con el tema de urbanidad y soledad, las cuales, cuando las condiciones sanitarias lo permitan, presentarán en una exposición.