_ Muchas personas usan lentillas a diario sin conocer las diferencias entre las esclerales y las convencionales. Ambos tipos ofrecen beneficios distintos dependiendo de la condición ocular del usuario.
Las lentillas esclerales son más grandes, con un diámetro de entre 14 mm y 24 mm, y se apoyan sobre la parte blanca del ojo, conocida como esclera. Su diseño permite una visión más estable y un enfoque más claro, siendo ideales para quienes padecen ojos secos o irregularidades en la córnea. Sin embargo, requieren un mayor cuidado y soluciones especiales para su limpieza.
Por otro lado, las lentillas convencionales son más pequeñas, con un diámetro de entre 8 mm y 9 mm, y se ajustan únicamente sobre la córnea. Son la opción más común para corregir miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia en personas sin afecciones oculares graves. Su mantenimiento es más sencillo y no requiere de tanto tiempo de limpieza como las esclerales.
La elección entre ambos tipos depende de las necesidades visuales de cada persona. Mientras las esclerales ofrecen mayor estabilidad y comodidad para ojos sensibles, las convencionales son más prácticas y accesibles para la mayoría de los usuarios. En cualquier caso, es fundamental seguir las recomendaciones de un especialista para garantizar la mejor experiencia visual.
