_ México reiteró su compromiso con la defensa del derecho de asilo durante la sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), convocada para discutir el tema del asilo diplomático a solicitud de Perú. En su intervención, la delegación mexicana afirmó que esta figura es uno de los pilares esenciales para la protección de la dignidad humana dentro del sistema interamericano, y subrayó la vocación histórica de México como país pionero en la defensa y ejercicio de este derecho.
El Gobierno de México sostuvo que ni la OEA ni ninguno de sus órganos están facultados para revisar, reinterpretar o modificar la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954 —conocida como Convención de Caracas—, ya que cualquier modificación corresponde exclusivamente a los Estados parte, conforme al derecho internacional de los tratados. Señaló además que impulsar un proceso de reinterpretación debilitaría la institución del asilo al politizar un mecanismo cuyo propósito es estrictamente humanitario y orientado a brindar protección inmediata.
México advirtió que los intentos de modificar la Convención confirman su plena vigencia e insistió en que continúa pendiente la obligación de otorgar salvoconductos a personas asiladas, tal como establece el propio instrumento internacional. Asimismo, instó a los Estados miembros de la OEA a cumplir de manera irrestricta el derecho internacional, a garantizar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y a reafirmar el carácter humanitario del asilo para proteger a personas perseguidas por motivos ajenos al fuero común.
Durante la sesión, en la que participaron 15 de los 33 Estados miembros, la mayoría de las delegaciones respaldaron la postura mexicana. Incluso países que no forman parte de la Convención coincidieron en que la OEA no es el espacio adecuado para resolver controversias bilaterales ni para emprender revisiones de un tratado que no contempla mecanismos de enmienda. También subrayaron que el asilo no debe convertirse en instrumento de confrontación política.
México reiteró que la defensa de la dignidad humana es una responsabilidad compartida de toda la comunidad internacional y reafirmó que continuará protegiendo los derechos irrenunciables establecidos en su marco jurídico nacional e internacional, entre ellos el derecho al asilo, elemento histórico de su política exterior.
