_ Zihuatanejo, Guerrero, se convirtió en escenario de una renovada mirada al pasado marítimo con la reapertura del Museo Arqueológico de la Costa Grande (Macogra), que ahora incluye una sala dedicada a la piratería. Este recinto, ubicado en el Paseo del Pescador, incorpora por primera vez el relato del ataque del corsario inglés George Anson, quien en 1742 hundió tres navíos frente a la bahía.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) colaboraron en la curaduría del nuevo guion museográfico. El objetivo es destacar la relevancia de la región en la ruta del Galeón de Manila y su papel estratégico ante las incursiones piratas en los siglos XVII y XVIII. Uno de los elementos más significativos es un ancla sumergida en playa Las Gatas, atribuida a los barcos destruidos por Anson.
Además, el museo exhibe una réplica del ancla conocida como "Oliverio", un cañón, porcelana china y una botija perulera, objetos localizados por buzos locales y arqueólogos. Estas piezas refuerzan la hipótesis de que las embarcaciones Monte Carmelo, El Aranzazú y Nuestra Señora del Carmen fueron quemadas y hundidas intencionalmente por el corsario británico, tras desviarse de Acapulco.
La Sala 4 también presenta documentos y grabados originales, como un fragmento del libro “Viaje alrededor del mundo”, donde Anson describe su travesía global y su paso por Zihuatanejo. Con una museografía mejorada, el Macogra se consolida como punto clave para difundir la historia marítima del Pacífico novohispano. La entrada general cuesta 15 pesos y el museo abre de martes a domingo.
