_ El debut de la Orquesta y Coro de Música Tradicional Mexicana en el Palacio de Bellas Artes se podrá apreciar de nuevo el 18 de septiembre a las 20 horas, y descubrir el talento de niñas, niños y jóvenes que conforman la agrupación dirigida por Eduardo García Barrios.
El público que llenó la Sala Principal del recinto del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) disfrutó de una variedad de ritmos interpretados por las y los 118 instrumentistas y 99 cantantes provenientes de comunidades rurales y urbanas de 11 estados de la República, además de nueve profesores, tres músicos invitados y 30 padres y madres de familia: un total de 259 personas en el escenario.
La presentación de la Orquesta y Coro de Música Tradicional Mexicana se podrá disfrutar en contigoenladistancia.cultura.gob.mx y en el canal oficial de YouTube del INBAL.
Pantalón y camisola de manta con paliacate al cuello fue la vestimenta que portó la mayoría de los integrantes, incluido el director, mientras que las mujeres vistieron sus trajes típicos, blusas bordadas, faldas con encaje y huipiles.
Son, danzón, corrido, bolero, música de concierto e incluso rap formaron parte del programa. Canciones mayas y norteñas, huapangos de Veracruz y pirekuas michoacanas; de las playas del Golfo de México al Océano Pacifico, la riqueza musical estuvo presente en el concierto.
La agrupación interpretó piezas compuestas ex profeso, como el son abajeño Maestro de música de Rocío Román y Encuentros de Ricardo Martín –con letra del poeta Jorge Vélez–, obra que, a decir de Eduardo García Barrios, representó un enorme reto y conjuntó dos mundos: la música tradicional y la sinfónica.
Violines, jaranas huastecas, vihuelas, guitarras huapangueras y marimbas son algunos de los instrumentos empleados por la orquesta, cuyos integrantes mostraron el dominio que poseen en su ejecución.
Flor de río de Carlos Rivarola, rap dedicado a la equidad de género y al derecho de las niñas a la igualdad, fue ampliamente ovacionado por el público. Las jaranas huastecas y las quintas huapangueras se unieron para interpretar el son veracruzano Kpaxkiyan. De Michoacán se disfrutó el son Los capires; de Oaxaca, Linda Oaxaca, y de Chiapas, Sal negra. El concierto culminó con El jicote aguamielero, en homenaje a Francisco Gabilondo Soler Cri-Cri en el 110 aniversario de su nacimiento.
