_ El veganismo en México dejó de ser una tendencia pasajera para consolidarse como un fenómeno de consumo con fuerte impacto económico. En 2025, el 9% de la población se identifica como vegana y otro 19% como vegetariana, mientras que un 30% adicional se considera flexitariana. En conjunto, más de una cuarta parte de los mexicanos sigue una dieta basada en plantas, lo que ha impulsado una industria que ya mueve cifras millonarias.
De acuerdo con Horizon Grand View Research y Statista, el mercado mexicano de alimentos veganos alcanzó un valor de 389 millones de dólares en 2024 y podría superar los 714 millones en 2030, con un crecimiento anual de 10.7%. Consultoras como IMARC Group estiman que hacia 2033 el sector rebasará los 631 millones de dólares. Estas cifras colocan a México como el principal mercado vegano de América Latina, por encima de Brasil y Perú, con más de 3,100 restaurantes con opciones veganas y la Ciudad de México entre las capitales con mayor oferta a nivel global.
Los motores de este crecimiento responden a factores como la búsqueda de una mejor salud en un país con altos índices de obesidad y enfermedades crónicas; la preocupación ambiental y ética, especialmente entre jóvenes millennials y Gen Z; y un mayor acceso a productos veganos en supermercados, restaurantes y tiendas especializadas. Empresas como Mr. Tofu reflejan la transición: si antes dependían en 90% de importaciones, hoy la mitad de su catálogo es de producción nacional.
Pese a los avances, persisten retos como el alto costo de los productos veganos frente a los convencionales. El desafío es ampliar la base de consumidores más allá de los veganos estrictos, apostando a los flexitarianos y a quienes buscan incorporar más alimentos vegetales en su dieta diaria. Con un mercado en plena expansión, México se perfila para liderar en América Latina una transformación alimentaria que combina innovación, sustentabilidad y nuevos hábitos de consumo.
