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Arqueólogos, ambientalistas y otros expertos confluyeron en la primera sesión del Encuentro Internacional “Miradas diversas al patrimonio”, que se realiza en Cuernavaca
Coincidieron en la necesidad que tiene el bosque de preservar su riqueza natural e histórica, ante los 22 millones de visitantes que recibe cada año
Bajo la premisa de analizar los retos del Bosque de Chapultepec, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), así como de otras dependencias y centros de investigación, abordaron la importancia histórica y medioambiental que tiene este pulmón verde de la Ciudad de México, cuya superficie ocupa 686 hectáreas.
Dicho análisis se desarrolló como parte de la primera mesa de trabajo del Encuentro Internacional “Miradas diversas al patrimonio”, que se desarrolla hasta el día de mañana, 27 de septiembre, en el Museo Regional Cuauhnáhuac, Palacio de Cortés, en Cuernavaca, Morelos.
El panel, moderado por la directora de Patrimonio Mundial del INAH, Lucía García Noriega, la arqueóloga e investigadora del Museo Nacional de Historia (MNH), María de Lourdes López, y en el director general de Comunicación de la Ciencia de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), Carlos Galindo Leal, señalaron que uno de los valores del Bosque de Chapultepec, reside en ser testigo de épocas antiquísimas, tanto en lo cultural como en lo natural.
A lo largo de sus tres secciones, destacaron, existen huellas de comunidades mexicas, tepanecas y teotihuacanas, e incluso de grupos humanos del periodo Preclásico (2500 a.C.-150 d.C.), al tiempo que el volcán extinto sobre el cual hoy se asienta el MNH, tiene una antiguedad superior a los 700 mil años.
Asimismo, la arqueóloga Lourdes López comentó que el Cerro del Chapulín ha sido un sitio que desde tiempos remotos sobresalía de la superficie lacustre de la Cuenca de México, de ahí que se han hallado restos óseos de mamut, en lo que hoy son los terrenos próximos al edificio sede de la Secretaría de Salud.
Mónica Pacheco Skidmore, directora de Gestión del Bosque de Chapultepec, de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México, indicó que acorde con estadísticas recientes, el bosque recibe un estimado de 22 millones de visitantes cada año, cifra monumental que, subrayó, requiere igualmente de colosales esfuerzos diarios de limpia, servicios y conservación.
El resto de los panelistas: Edda Fernández Luiselli, subprocuradora Ambiental, de Protección y Bienestar a los Animales en la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México (PAOT), y Adrián Ornelas Muñiz, miembro del consejo directivo de la Asociación Mexicana de Arboricultura AC., coincidieron en la necesidad de blindar al bosque ante fenómenos como la especulación inmobiliaria, o bien de fortalecerlo desde la preservación de su flora y fauna, incluso de los dos lagos artificiales con que cuenta, para que los efectos de la contaminación sean menores.
Asimismo, destacaron la valiosa oportunidad que el desarrollo del Complejo Cultural Los Pinos, supone para replantear acciones y unir los esfuerzos del gobierno, la academia, los centros de investigación y la sociedad civil, privilegiando en todo momento los componentes natural e histórico de Chapultepec.
La conclusión compartida por los ponentes fue la de lo imperativo que resulta llevar la información científica y el conocimiento sobre la vulnerabilidad de este tipo de ecosistemas urbanos, a la población, de modo que esos mismos 22 millones de visitantes puedan reconocerse y, por ende, pugnen por la riqueza patrimonial del bosque.
