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Expertos de la Universidad de Tecnología y Economía de Budapest visitaron y estudiaron siete inmuebles en Puebla, Morelos, el Estado de México y la capital del país.
El Ex Convento de Tepoztlán y el Templo del Sagrado Corazón de Jesús, en la CDMX, recibirán fondos del gobierno húngaro, tras un acuerdo suscrito entre sus autoridades y la Secretaría de Cultura.
El apoyo a siete inmuebles históricos de Puebla, Morelos, Estado de México y la capital del país, por parte de expertos de la Universidad de Tecnología y Economía de Budapest, en Hungría, es uno de los más recientes ejemplos de solidaridad entre México y distintas naciones, con la meta común de recuperar el patrimonio cultural dañado por los sismos de septiembre de 2017.
Tras un convenio signado en abril por la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, y el ministro de Asuntos Exteriores y Comercio de Hungría, Péter Szijjártó, con el cual se formalizó la donación de dos mil millones de florines húngaros —135 millones de pesos— para la parroquia y el Ex Convento de la Natividad, en Tepoztlán, Morelos, y el Templo del Sagrado Corazón de Jesús, en la Ciudad de México, un acuerdo adicional, suscrito en julio entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la embajada de dicha nación, beneficia a cinco inmuebles más, que hace unos días fueron visitados y estudiados por ocho investigadores de la casa de estudios húngara.
Las cinco edificaciones que se suman son: la parroquia de Jesús María y el Convento del Divino Salvador, en Malinalco, Estado de México; el Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán, en Tlaquiltenango, Morelos; el Templo de San Miguel Arcángel, en Huejotzingo, Puebla; y el Templo de Nuestra Señora de Loreto, en la Ciudad de México.
El doctor Zsolt Vasáros, profesor y vicedecano de Asuntos Internacionales en la Facultad de Arquitectura de dicha universidad húngara, precisó que, a diferencia del Ex Convento de Tepoztlán y el Templo del Sagrado Corazón de Jesús, donde el acuerdo internacional abarca la inversión en la restauración de los daños, el trabajo desarrollado en el universo patrimonial restante se concentró en el registro visual, la toma de imágenes en alta resolución y la recolección de muestras de materiales pétreos.
Abundó que el trabajo de campo que lideró, y en el cual participaron los arquitectos Dávid Kálna, Eszter Fruzsina Serfozo, Dóra Dávid, Laura Veres, Vivien Friderika Tibai y Klára Lovas, así como el arqueólogo Mór Bendegúz Takáts, es el primer paso con el cual, en Hungría, emprenderán análisis estructurales de cada uno de los siete inmuebles.
“Una vez procesada la información, practicados los estudios químicos y de compresión a las muestras de roca y de morteros, así como la elaboración de modelos digitales —a partir de las fotografías y los vuelos en dron que ejecutamos—, presentaremos ante el INAH y la UNESCO, en el caso de los edificios que cuentan con declaratoria de Patrimonio Mundial, propuestas específicas de intervención”.
Vasáros reiteró que, hasta ahora, la reconstrucción sólo se contempla para los casos del Ex Convento de la Natividad, en Morelos, y del Templo del Sagrado Corazón de Jesús, en la capital del país. En el primero, dijo, se plantea llevar a cabo un proyecto de obra mediante anastilosis en la Capilla Abierta y las cuatro capillas pozas del antiguo monasterio.
Tal método consiste en la recuperación de un bien edificado a partir de sus partes existentes. Cabe precisar que los citados espacios del ex convento morelense no fueron dañados por el sismo, de forma que se busca atender deterioros originados de forma previa al evento natural.
El gobierno de Hungría también está interesado en apoyar la renovación del museo del ex convento de Tepoztlán (Museo de la Natividad), tanto en su museografía como en su mobiliario e instalación lumínica; la propuesta, además, es que el recinto sume elementos inteligentes y tecnología 3D para mejorar la difusión de la colección que alberga.
En tanto, en el caso del Templo del Sagrado Corazón de Jesús, edificio artístico cuya fábrica corresponde al siglo XX y tuvo afectaciones menores por el sismo de 2017, el apoyo de la misión húngara se centrará en la restauración de sus vitrales y en la elaboración de una propuesta para restituir los interiores originales del inmueble, más suntuosos que los actuales, según se sabe por registros históricos y documentales.
Zsolt Vasáros finalizó señalando que esta iglesia tiene raíces húngaras profundas, toda vez que, en 1962, la comunidad magiar asentada en la colonia Juárez, en la Ciudad de México, contribuyó al cambio de sus vitrales, que hasta el día de hoy aluden a la historia de Hungría y muestran imágenes de antiguos reyes de aquella nación.
