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Realizan en San Lázaro Sexta reunión ordinaria de REBACH.
La diputada Silvia Guadalupe Garza Galván (PAN) consideró necesario consolidar el sistema de bibliotecas legislativas para proporcionar un servicio con capacidad tecnológica y directrices, e implantar la Red Nacional de Bibliotecas Parlamentarias y Legislativas de México.
La legisladora, presidenta de la Comisión Bicamaral del Sistema de Bibliotecas, hizo votos por que sea éste el punto de partida de “una gran cruzada nacional a favor de esta institución, como eje del conocimiento, de la educación como pilar de la formación, y de la cultura como expresión humana de lo que nos conforma como país”.
Durante la sexta reunión ordinaria de la Red de Bibliotecas y Archivos del Centro Histórico (REBACH), indicó que el 14 de mayo se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Reglamento de este Sistema del Congreso de la Unión para dar certeza jurídica, y ahora, se busca conformar un catálogo de estos acervos en una sola plataforma. Para ello, planteó elaborar un plan de trabajo para 2021, que recoja observaciones de todas y todos.
En septiembre, adelantó, se convocará a un foro para el análisis del depósito legal, bajo el criterio de parlamento abierto, con el objetivo de determinar qué acciones legislativas se requieren para el manejo de esta obligación.
La senadora Gabriela Benavides Cobos (PVEM) apuntó que es necesario trabajar en un plan para fijar metas y hacer que estos espacios asuman el reto de convivir con las nuevas tecnologías, “que sean destino de las personas que visitan nuestras ciudades y que, desde las redes sociales, las bibliotecas estén presentes en la vida cotidiana de los ciudadanos”.
Parecería que son exclusivas, por lo que otro desafío es hacer que la ciudadanía las haga suyas, “como su casa”, subrayó la legisladora, quien es secretaria de esta Comisión Bicamaral.
“No es un reto fácil, pero sabemos que contamos con ustedes, que les gusta, aman y les apasiona su trabajo y sobre todo quieren mejores bibliotecas”.
Desde el Senado de la República se realizará el trabajo pertinente, de la mano de la comisión. “Soy una aliada para los trabajos de la Red que serán de mucha productividad”.
La directora de la Biblioteca y Archivo del SEDIA, de la Cámara de Diputados, María Vázquez Valdez, indicó que en momentos de retos, cambios y nuevas tecnologías que generan disyuntivas, coyunturas y momentos de definición, el libro preservará y encontrará nuevas rutas y caminos para llevar el conocimiento a los mexicanos, por cauces diversos.
Se tienen dos grandes acervos fundamentales en el Congreso, que debido al Depósito Legal son contenedores de gran parte de la riqueza bibliográfica de México, junto con la Biblioteca Nacional, y no se constriñen al ámbito legislativo, sino que son acervos multidisciplinarios.
Informó que en la Biblioteca Legislativa, ubicada en la Cámara de Diputados, hay 128 mil 300 volúmenes, y en la Biblioteca General (Centro Histórico), en Tacuba, fundada en 1936, existen poco más de 18 mil volúmenes. Adelantó que el próximo lunes 24 de junio se develará una placa para conmemorar los 25 años de que abrió sus puertas el acervo de San Lázaro.
Ricardo Montes Gómez, director de la Biblioteca Melchor Ocampo, del Senado de la República, destacó que, ante los retos del presente y el futuro, la REDBACH ha capitalizado las herramientas tecnológicas para la transformación y modernización de un conjunto ecléctico de unidades de información.
“Lo que se ha logrado por la suma de voluntades y el trabajo conjunto es un acceso equitativo, libre y gratuito a la información en una amalgama conceptual en la que se sustente el futuro de las bibliotecas y archivos de nuestro país”.
Se pronunció por enriquecer esta red mediante la integración de más unidades de información y la continuidad de reuniones que tiendan puentes y afirmen compromisos en beneficio de la sociedad. “Las bibliotecas no son un lujo, sino una institución de la sociedad que ofrece el pensamiento universal a la sociedad entera”.
Mariano Leyva Pérez Gay, director de la Biblioteca México, indicó que “cada vez que alguien abre un libro” conoce ideas de otras personas, base para la construcción del tejido social.
Pidió renunciar a mitos y miedos de que la tecnología es enemigo de los libros, pues por más especializada que sea una nueva herramienta, nunca eliminará el contenido de un libro, porque este puede ser leído en el formato clásico o a través de una Tablet o tinta digital.
“Es una manera de dar un nuevo aliento a los libros de las bibliotecas, sigamos perseverando en ese acto de tolerancia que implica toda cultura”.
Max Arraiga Navarro, director general de Bibliotecas Públicas de la Secretaría de Cultura, precisó que actualmente trabajan en hacer un catálogo que unifique a las bibliotecas, poder focalizar y ver dónde está el acervo bibliográfico para que el usuario pueda reconocer los libros que están a su alcance.
Esto, a fin de fomentar una estrategia nacional de lectura, pero se requiere saber con qué se cuenta. “En seis meses se han inventariado 206 bibliotecas y un millón de volúmenes ya pueden ser localizados mediante el portal Zapata 2.0, el cual permite búsquedas avanzadas”.
Se pronunció por forjar un vínculo entre esta Red y la Dirección General de Bibliotecas Públicas, especialmente para seguir trabajando en el fomento a la lectura.
Durante la reunión, los integrantes de la REBACH acordaron definir acciones para consolidar la digitalización del catálogo que ofrecen, con el propósito de acercar, de forma gratuita, el acervo histórico y literario, lo que permitirá fortalecer el vínculo entre ciudadanos y bibliotecas capitalinas.
A este proyecto, se prevé invitar a instituciones de educación superior como la UNAM y la Universidad del Claustro de Sor Juana, diseñar una estrategia para integrarlas a las redes sociales, con el propósito de difundir a través de Facebook y Twitter los miles de títulos que tienen.
Se destacó la necesidad de realizar campañas de lectura digital para aprovechar la tecnología en favor de la cultura mediante la literatura e historia, y difundir actividades culturales que ofrecen las bibliotecas capitalinas al público nacional e internacional, y la riqueza de archivos generales y especializados.
