_ Investigadores de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán y del Instituto de Química de la UNAM obtuvieron una nueva variedad de cempasúchil (cempoalxochitl, Tagetes erecta), por lo que ya tramitan el título de obtentor ante el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
La flor de 20 pétalos a€“por sus raíces en lengua náhuatl, cempasúchila€“ es un icono de México, famosa por su intenso color amarillo. Además de su empleo como ornamento en cierta época del año, sus pigmentos de uso agropecuario e industrial representan un mercado importante en el mundo.
Sin embargo, desde el año 2000 su siembra para uso industrial ya no se realiza en el país, pues la mayor parte de la producción se destina al uso ornamental, y no para la producción de pigmentos vegetales. Hoy en día ese mercado es cubierto por China, India y Perú, apuntó José Luis Sánchez Millán, académico de la referida entidad multidisciplinaria.
El universitario sostuvo que el cempasúchil se utiliza en el mundo como la mejor fuente de carotenoides para la industria avícola, por ejemplo, en el alimento para aves, lo que permite la pigmentación de la piel del pollo y de la yema de huevo. Además, se emplea en suplementos alimenticios para humanos por sus efectos benéficos en la reducción de radicales libres y coadyuvar en el tratamiento de la degeneración macular asociada al envejecimiento.
Catálogo nacional
Sánchez Millán mencionó que el SNICS tiene un catálogo nacional en el que se encuentran registradas las variedades de plantas que se comercializan en el territorio con título de obtentor, que se refiere al documento expedido por la Sagarpa en el que se reconoce y ampara el derecho de aquella persona física o moral que mediante un proceso de mejoramiento haya obtenido y desarrollado una variedad vegetal de cualquier género y especie. Esta sería la primera generada por esta casa de estudios con tal denominación.
"México es centro mundial de origen de esta especie y, por tanto, la biodiversidad es mayor a la que podrían tener chinos, peruanos e indios; parte de nuestro proyecto se fundamenta en la biodiversidad que hay.
"La variedad lograda en la FES Cuautitlán es más robusta. A la semana de haber sido sembrada ya se cuenta con una plántula con cotiledones grandes y gruesos, lo que indica que habrá plantas vigorosas", dijo.
Desde el punto de vista agronómico es plástica, resistente, genera flores grandes y es capaz de adaptarse a diversas condiciones climáticas, a€œaspectos que nos interesan mucho y a los industriales mása€, indicó.
En promedio, 10 por ciento de las inflorescencias sembradas en la Facultad tuvieron un peso cercano a los 50 gramos; esto permite considerar que aún se puede explotar el rendimiento de la biomasa.
Fechas de cultivo
Como parte de la cátedra de investigación Mejoramiento de Plantas Comestibles (cuyo responsable es Ricardo Santiago Díaz y en la que también participan José Luis Sánchez Millán y Manuel García de la Rosa, de la misma entidad, así como Federico García Jiménez, del Instituto de Química), los universitarios han experimentado, entre otros aspectos, con fechas de cultivo; a finales de marzo de 2013 sembraron y obtuvieron flores en julio, a€œeso significa que estaríamos en posibilidad de producir dos ciclos anualesa€.
Se trata de una flor grande, pesada y densa por lo que podría ser usada como progenitor y así tener la posibilidad de generar variedades que expresen rendimiento de biomasa y alta concentración de pigmentos (principalmente luteína y zexantina). a€œLo anterior nos haría competitivos en el ámbito internacionala€, resaltó Sánchez Millán.
Frente a otras variedades, la de los universitarios no es tan buena en cuanto a la concentración de carotenoides; aún así, la cantidad de los mismos es de entre 15 y 17 gramos, similar a la producida por los chinos, de unos 20 gramos. a€œSin embargo, es un carácter relativamente fácil de incrementar mediante herramientas de mejoramiento genéticoa€.
El porcentaje de inflorescencias hembras con lígulas (pétalos) es alto, de casi 60 por ciento. a€œQuizá no es la mejor, hay variedades peruanas e indias con mayor porcentaje, pero no tienen la cantidad de biomasa que la nuestraa€.
Al respecto, Ricardo Santiago Díaz expresó que el aporte de ellos ha sido proporcionar una planta que pudiera ser de utilidad industrial como fuente de pigmentos vegetales, mercado codiciado y caro porque México los importa.
a€œSi nos convertimos en poseedores de esta variedad vegetal, estaríamos en posibilidad de abatir la importación de pigmentos, lo que a su vez implicaría un ahorro de divisas para la industria y el paísa€, abundó.
Centro reproductor
A su vez, Jesús Guevara Viveros, jefe del Centro de Enseñanza Agropecuaria de la FES Cuautitlán, manifestó que en cuanto se obtenga el título de obtentor esta entidad multidisciplinaria se convertiría en centro reproductor de germoplasma; a partir de ello, estarían en posibilidad de extenderla a los industriales, quienes podrían conseguir la misma o mayor concentración de carotenoides que la especie oriental; la instancia académica cuenta con un convenio con Industrias Alcosa SA de CV.
La siembra se ha realizado con riego por goteo, método que ha resultado atractivo y económico; no requiere insecticida para el control de plagas y en un futuro el material orgánico que se obtenga de la cosecha podría incorporarse al suelo para el siguiente ciclo. a€œEsta línea de investigación abre muchas expectativasa€, abundó.
El proyecto universitario inició en 2005. En estos años han efectuado varios ciclos de experimentación y selección que les han permitido mejorar su producto. a€œHasta cierto punto se trata de una planta rústica, nunca hemos fertilizado con abonos químicos el suelo; este método basado en la fertilidad natural ha producido flores con peso promedio de 15 gramos y 10 por ciento de inflorescencias de casi 50 gramosa€.
Finalmente, García Jiménez comentó que esta aportación podría a€œser la base para conseguir mejores resultados en el campo mexicanoa€, además de extenderse a la producción de flores de tipo decorativo, también podrían ser parte de la industria avícola para la elaboración de alimentos para aves de consumo humano.
