_ Esta semana, la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) reanudó su calendario escolar y lo hizo con una nueva dirección, la cual asume Hilario Topete Lara. Con el respaldo de la comunidad de trabajadores, del profesorado y de los estudiantes, el doctor en Antropología se desempeñará durante el ciclo 2020-2023, a fin de consolidar el proyecto académico de esta institución educativa, líder en la enseñanza de estas disciplinas.
Ante una nutrida asistencia en el Auditorio Román Piña Chan, el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, dio posesión del cargo al profesor-investigador de la ENAH, ponderando así el resultado del proceso electoral previo, y conminó a maestros de tiempo completo y de asignatura, al estudiantado y a todo el personal, a comprometerse de forma organizada, crítica y abierta, en las transformaciones que requiere el plantel.
La ENAH —dijo— es parte sustantiva de la misión educativa del Instituto, el cual se encuentra frente a la “reconversión” de sus tareas y encargos sociales, a fin de acreditar, visibilizar, dar sentido y valor a las múltiples identidades que entrañan ser una nación pluricultural. “Es en esa línea, que la escuela debe mantenerse como un espacio de pensamiento libre, para formar cuadros intelectuales que aporten a la discusión y resolución de las problemáticas de México”.
El titular del INAH hizo hincapié en que la autorreflexión debe guiar los cambios para este centro educativo; sus rezagos y posibilidades deben debatirse en el Segundo Congreso Reconstituyente, previsto para este año. A esto se suma la voluntad de sus profesores de asignatura para elaborar y presentar un diagnóstico sobre la situación de la vida académica, el cual ayudará a garantizar la continuidad de la misma.
Asimismo, el antropólogo Diego Prieto, junto con el director de la ENAH, Hilario Topete, y la secretaría técnica del INAH, Aída Castilleja, manifestaron su interés, voluntad y disposición para dar seguimiento al Protocolo contra la Violencia de Género, una de las principales demandas de las alumnas de la ENAH.
La directora saliente de la ENAH, Julieta Valle Esquivel, comentó que el reto de cualquiera que asume esta responsabilidad, es dejar una escuela en mejores condiciones de las iniciales, para lo cual fue necesario —en su experiencia— retomar compromisos compartidos con el propio INAH y con la alcaldía Tlalpan, de suerte que ya se pueden ver los trabajos que se realizan para mejorar la infraestructura dentro del plantel, pero también en su perímetro.
En su mensaje a la comunidad de la ENAH, Hilario Topete Lara dejó claro que lo que se abre es una oportunidad, “un nuevo periplo que bien puede cerrarse o expandirse, según lo deseemos. La ENAH como institución es más permanente que las personas. No estamos en ceros y somos recursos humanos que podemos cambiarle el rostro a nuestra institución”.
Este centro educativo con más de 80 años de existencia —continuó—, es una realidad gracias a la interacción de miles de voluntades, mentes, emociones afecciones y sentimientos, que pueden fluir para configurar proyectos, para impulsar acciones que conduzcan a otros senderos que no involucren agresiones ni violencia:
“Se requiere de tino para percibir, pensar y decidir por las alternativas que conduzcan hacia un camino correcto, y voluntad para emprender con mano firme la dirección a seguir.
“La ENAH está ante una oportunidad de repensarse como comunidad, como una escuela que puede volver a liderar la antropología en Latinoamérica; la ocasión de ajustarnos a los signos de los tiempos con dignidad, de educar para desarrollar conocimientos y alternativas para diseñar políticas públicas, de formar mejores recursos humanos y de ser mejores seres humanos. La oportunidad está aquí, a menos de un palmo de nuestros ojos”, concluyó.
Semblanza
Hilario Topete Lara es miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), y profesor de Investigación Científica y Docencia Titular “C”, en la ENAH. Recibió el Premio al Mérito Docente Rafael Ramírez, y entre sus proyectos de investigación se encuentran los dedicados a los gobiernos locales y la organización social tradicional; Teotihuacan. Cien Años de Memoria; y el Proyecto Eje Tlaxiaco. Archivo de la Memoria (para el registro audiovisual de la tradición oral y del patrimonio cultural inmaterial).
Ha publicado los libros Ideas en movimiento. Cargos, fiestas, comunidades; La organización social y el ceremonial; Experiencias de salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial I y II; y Todos los rumbos: P’intekwa y experiencia de salvaguardia del patrimonio cultural. Otros caminos; así como más de medio centenar de publicaciones, entre ensayos, prólogos, presentaciones editoriales y artículos en libros, periódicos y revistas.
