_ Chile, reconocido por décadas como proveedor de vinos accesibles en México, ha iniciado una ambiciosa estrategia para reposicionar su oferta y conquistar al consumidor mexicano con etiquetas de alta gama. A través de Wines of Chile, el país sudamericano busca no solo aumentar el volumen de exportaciones, sino mejorar el valor y la percepción de sus vinos, actualmente ubicados en un rango medio o de entrada en el mercado nacional.
Angélica Valenzuela, directora comercial de Wines of Chile, explicó que aunque México importa millones de botellas chilenas al año, el precio promedio ha disminuido, reflejando un consumo concentrado en productos económicos. Solo entre enero y abril de 2025, México importó 711 mil botellas por un valor de 15.38 millones de dólares, pero con una baja de 8% en el precio medio por unidad. Ante este panorama, la apuesta es clara: diversificar el portafolio e introducir vinos premium con identidad, técnica y origen reconocibles.
Durante junio, se organizó en Ciudad de México una muestra con 22 bodegas chilenas, destacando zonas como Casablanca, San Antonio, Maipo Alto y Lo Abarca. Las cepas Carmenere, Sauvignon Blanc costero y Cabernet Sauvignon fueron señaladas como esenciales para comprender la propuesta enológica chilena. La meta de Wines of Chile es llevar a México del octavo al quinto lugar en el ranking de destinos de exportación.
Gracias al Tratado de Libre Comercio entre ambos países, el vino chileno ingresa a México sin aranceles, aunque enfrenta retos como el IEPS y el IVA. Valenzuela subraya que el vino debe venderse acompañado de gastronomía y enoturismo, y considera que el trabajo de México en estas áreas representa una inspiración regional.
Con un mercado competitivo y consumidores cada vez más exigentes, Chile busca volver a enamorar a México, no con volumen, sino con calidad, diversidad y nuevas historias que se sirvan en cada copa.
