_ El 1 de diciembre de 2024 marcó un nuevo capítulo para Citibanamex tras la separación de su banca institucional en México, movimiento anunciado como parte de la estrategia de simplificación de Citigroup. Sin embargo, más allá del discurso oficial, la venta de Banamex ha sido calificada como un fracaso estratégico debido a las tensiones políticas que influyeron en el proceso.
El intento de venta, iniciado en 2021, estuvo plagado de incertidumbre desde que el gobierno mexicano, bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador, estableció condiciones que desalentaron a potenciales compradores. La exigencia de “mexicanidad” y la amenaza de imponer impuestos significativos generaron obstáculos para cerrar el trato, dejando a Germán Larrea como único postor antes de que la operación colapsara.
Las tensiones alcanzaron su punto álgido en 2023, cuando el gobierno propuso una participación pública en la transacción. Esto, junto con reformas como la Ley Minera, puso en jaque las negociaciones. Ante estas dificultades, Citigroup optó por escindir sus operaciones y recurrir al mercado público, aunque la incertidumbre sobre el futuro de Banamex persiste.
El banco ahora operará de manera independiente como Grupo Financiero Banamex, que incluye una red de servicios financieros minoristas, desde créditos hipotecarios hasta seguros y pensiones, manteniendo su compromiso con casi 20 millones de clientes en México. No obstante, el proceso deja lecciones claras sobre la importancia de un entorno político y económico estable para operaciones financieras de gran escala.
Con más de 140 años en México, Banamex enfrenta nuevos retos en un mercado cada vez más competitivo. La herencia de su colección de arte y edificios históricos continuará siendo un ícono cultural, pero el panorama financiero exige estrategias claras para mantener su relevancia y liderazgo.
