_ El metabolismo es un proceso natural influido por factores inmodificables como la genética o la edad, pero diversos hábitos pueden contribuir a estimularlo y favorecer un mejor gasto energético. Expertos destacan que entrenar con ejercicios de fuerza ayuda a incrementar la masa muscular y, con ello, el metabolismo basal, elevando la quema de calorías incluso en reposo. Según la National Library of Medicine, este tipo de práctica puede aumentarlo entre un 7 y un 8%.
Otro recurso eficaz es el ejercicio de alta intensidad, que acelera el metabolismo y mejora la condición física. Incluso actividades cotidianas como caminar o mantenerse de pie generan un impacto significativo: un estudio publicado en *Psychology Reports* señala que el gasto energético diario puede elevarse entre 300 y 2,000 calorías dependiendo del nivel de movimiento.
El descanso también resulta determinante. Dormir bien mantiene estables las hormonas que regulan el apetito y previene el enlentecimiento del metabolismo. En el ámbito de la alimentación, se recomienda una dieta rica en proteínas, hidratación adecuada y comidas regulares cada 3 o 4 horas. Incluir alimentos con efecto termogénico, como té verde, cafeína o especias como la pimienta cayena, puede aportar un estímulo temporal.
Por último, controlar el estrés es fundamental, ya que el exceso de cortisol favorece la acumulación de grasa y reduce la eficiencia metabólica. Adoptar rutinas saludables, equilibradas y sostenibles es la mejor forma de mantener un metabolismo activo y cuidar la salud integral.
