_ En una conferencia magistral titulada “El impacto de las berries en el sector agroalimentario de México”, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, destacó el papel preeminente de México en la producción y exportación de berries. La zarzamora, fresa, frambuesa y arándano han consolidado al país entre los líderes mundiales en este rubro, ubicándose entre el primer y segundo lugar en exportaciones globales.
Villalobos Arámbula resaltó que la producción de berries en México muestra una tendencia creciente, superando las cifras alcanzadas en 2023. La zarzamora, por ejemplo, ocupa el primer lugar mundial con una producción de 238 mil 122 toneladas. La fresa y la frambuesa se encuentran en el segundo lugar, con producciones de 641 mil 552 y 190 mil 413 toneladas respectivamente. Estos logros se han reflejado en un incremento del 4% en el valor de las exportaciones, alcanzando 3 mil 937 millones de dólares el año pasado.
El secretario subrayó la importancia de mantener y mejorar las políticas públicas para asegurar la sanidad, inocuidad y calidad de los productos, a través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica). Estas medidas son esenciales para prevenir y controlar enfermedades y plagas, garantizando así la competitividad de las berries mexicanas en el mercado internacional. Además, destacó la necesidad de promover campañas de consumo nacional y abrir nuevos mercados internacionales.
El impacto económico de la industria de las berries es significativo, generando al menos 500 mil empleos directos en 21 estados del país. La producción de fresa contribuye con el 38% de estos empleos, seguida por la frambuesa con el 23%, la zarzamora con el 22% y el arándano con el 17%. Esta actividad no solo proporciona alimentos y recursos económicos a las familias, sino que también impulsa el desarrollo regional y la creación de oportunidades laborales.
Villalobos Arámbula enfatizó la importancia de enfrentar los retos de la cadena productiva mediante la innovación tecnológica y las alianzas entre el sector público y privado. Promover buenas prácticas agrícolas y cuidar los recursos naturales como el suelo y el agua son esenciales para un desarrollo sostenible. Además, subrayó la necesidad de mantener condiciones laborales dignas para los trabajadores del campo, con salarios justos, capacitación, equidad de género y oportunidades para los jóvenes.
