_ La historia de Simon Leviev, conocido mundialmente como "El estafador de Tinder", ha reavivado el interés en los fraudes románticos y sus implicaciones psicológicas. Su caso, ampliamente documentado en el exitoso documental de Netflix dirigido por Felicity Morris, revela cómo un individuo fue capaz de manipular emocional y financieramente a más de 20 mujeres para obtener cerca de diez millones de dólares.
El podcast "Divagando en la mente de..." analiza los factores psicológicos que rodean tanto al estafador como a sus víctimas. En el caso de Simon, se identifica una personalidad narcisista con rasgos psicopáticos: carece de culpa, vive en una construcción entre la verdad y la mentira, y establece vínculos afectivos falsos con múltiples mujeres para sostener su estilo de vida de lujos. Su conducta no se basa en un solo engaño, sino en una red compleja de manipulación emocional.
Por otro lado, las víctimas suelen compartir un perfil: mujeres solitarias, en etapas de vulnerabilidad emocional, con un alto nivel de idealización romántica. Muchas creen en el amor verdadero, en encontrar a su "alma gemela", y esto las lleva a bajar la guardia ante un extraño. Lo que buscan es una conexión emocional, una fantasía amorosa que las saque de la rutina o del dolor, y ese anhelo es el que las convierte en blanco fácil de estafadores sentimentales.
Este tipo de fraude se sostiene gracias a una estructura de vínculos afectivos y promesas falsas. El agresor, como en este caso Simon, sabe cómo presentarse como el "príncipe azul" ideal para cada una. Y aunque desde fuera parece evidente que se trata de un engaño, la fuerza de la narrativa romántica y la esperanza en el amor pueden nublar el juicio. Por eso, el análisis psicológico es fundamental para entender cómo se forman estas dinámicas y cómo prevenirlas.
