_ Cada día generamos residuos en nuestras casas, trabajos o escuelas, y aunque pareciera que desaparecen cuando el camión de basura los recoge, en realidad inician un complejo recorrido dentro del sistema de manejo integral de residuos en la Ciudad de México. Este proceso tiene como objetivo valorizar la mayor cantidad posible y reducir el volumen que llega a los rellenos sanitarios.
Una vez recolectados, los residuos se trasladan a estaciones de transferencia cercanas, donde se separan en orgánicos e inorgánicos. Los residuos orgánicos se dirigen a plantas de aprovechamiento como Bordo Poniente, donde se convierten en composta y “mulch”. Este proceso permite devolver nutrientes al suelo y reducir la cantidad de basura que se entierra.
Los residuos inorgánicos, en cambio, se envían a plantas de valorización y selección. Ahí se separan materiales reciclables como papel, cartón y PET, además de compactar ciertos desechos para su uso como combustible alterno en la generación de energía. Solo una fracción mínima llega a los rellenos sanitarios autorizados en el Estado de México o Morelos, donde los residuos son cubiertos con tierra y almacenados de manera controlada.
A pesar de los mitos, como el que afirma que “se mezcla todo”, el personal de limpia verifica que los residuos estén separados y muchas veces refuerza esa separación durante su jornada. De hecho, separar correctamente facilita el aprovechamiento y evita que todo acabe enterrado, contribuyendo a un entorno más saludable y sustentable.
La mejor oportunidad que tenemos es generar menos basura y separar correctamente desde casa. El manejo adecuado de nuestros residuos puede hacer una gran diferencia ambiental. Antes de tirar, piensa: ¿cómo puedo reducir, separar o reaprovechar esto?
