El fallido museo del Segundo Imperio: pianos de Maximiliano y Carlota narran su historia en Chapultepec - NTCD Noticias
Viernes 05 de septiembre de 2025

Inicio

-

Espectáculos / Cultura

-

El fallido museo del Segundo Imperio: pianos de Maximiliano y Carlota narran su historia en Chapultepec

El fallido museo del Segundo Imperio: pianos de Maximiliano y Carlota narran su historia en Chapultepec

El fallido museo del Segundo Imperio: pianos de Maximiliano y Carlota narran su historia en Chapultepec

_ En 1916, durante el gobierno de Venustiano Carranza, se dio inicio a una iniciativa poco conocida: reunir los vestigios materiales del Segundo Imperio para crear un museo dedicado a esa etapa histórica en el Castillo de Chapultepec. Aunque el asesinato de Carranza en 1920 impidió la consolidación del proyecto, la recopilación de objetos del emperador Maximiliano y su esposa Carlota continuó, desembocando en la creación del Museo Nacional de Historia (MNH) en 1944.

Dos de los objetos más emblemáticos que actualmente se exhiben en la Sala de Música del MNH son los pianos que pertenecieron a la pareja imperial: uno, un piano Collard & Collard francés propiedad de Maximiliano, y otro Herz Neven con aplicaciones de bronce, que fue de Carlota. Estas piezas, según relata el historiador del INAH Axayácatl Gutiérrez Ramos, fueron confiscadas y legalmente disputadas antes de ser incorporadas al patrimonio nacional. Su presencia simboliza el esfuerzo del gobierno por recuperar objetos dispersos tras el colapso del imperio.

Tras la caída del Segundo Imperio, numerosos efectos personales, desde alhajas hasta mechones de barba del emperador, circularon entre particulares, anticuarios y coleccionistas. Algunos objetos sobrevivieron en sitios como el Palacio Nacional y el mismo Castillo de Chapultepec. La vajilla de plata Christofle, obsequio de Eugenia de Montijo, también es parte de esta narrativa de conservación y rescate histórico.

Carranza confió esta tarea a su asesor Félix F. Palavicini y al secretario de Maximiliano, José Luis Blasio, mientras que Antonio Cortés Vázquez, investigador del antiguo Museo Nacional, asumió el proyecto museístico. Si bien no se concretó un museo exclusivo del imperio, el MNH logró recuperar y recrear varios espacios vinculados con esa época, resguardando valiosos testimonios de un capítulo controvertido en la historia de México.

La incorporación definitiva de los pianos al MNH ocurrió tras complejas batallas legales que incluyeron indemnizaciones y decretos patrimoniales. En 1944, finalmente, ambos instrumentos se exhibieron juntos, contribuyendo a la preservación de la memoria imperial y al fortalecimiento del acervo histórico de la nación.

Reacciones