_ La emblemática obra Un tranvía llamado Deseo, de Tennessee Williams, regresa a los escenarios mexicanos con una adaptación dirigida por Diego del Río que pone en el centro del conflicto la salud mental y la complejidad emocional de sus personajes. Esta versión se presenta por acuerdo especial con la Universidad del Sur, Sewanee, Tennessee, y ofrecerá funciones del 9 de mayo al 8 de junio en el Teatro del Bosque Julio Castillo, en el Centro Cultural del Bosque.
Protagonizada por Marina de Tavira, Rodrigo Virago y Astrid Mariel Romo, la puesta en escena explora temas como la masculinidad tóxica, las relaciones codependientes y el trauma emocional, con un enfoque técnico y visual que combina escenografía envolvente, música en vivo y diseño de iluminación para potenciar la experiencia teatral. El elenco también incluye a Ana Clara Castañón K., Alejandro Morales, Mónica Jiménez, Federico Di Lorenzo, Diego Medel, Diego Santana y Patricia Vaca.
La historia gira en torno a Blanche DuBois, una mujer que llega a Nueva Orleans a vivir con su hermana Stella y su cuñado Stanley tras perder su hogar familiar. El choque entre la vulnerabilidad de Blanche y la agresividad de Stanley revela profundas tensiones que culminan en un conflicto emocional devastador. La dirección de Diego del Río propone una lectura empática del personaje de Blanche, mostrando cómo el estigma en torno a la salud mental sigue presente en la sociedad contemporánea.
“En México, aunque hemos avanzado en conciencia sobre la salud mental y las neurodivergencias, seguimos estigmatizando a quienes vemos diferentes”, señaló Del Río, quien también subraya que la obra cobra una relevancia especial al ser leída desde el presente, sin romantizar el patriarcado y reconociendo las heridas emocionales de sus protagonistas.
Con diseños de escenografía e iluminación a cargo de Jesús Hernández, vestuario de Jerildy Bosch, música original de Andrés Penella y cartel de Héctor Ortega, la producción de 25 Producción, en coordinación con la Secretaría de Cultura y el INBAL, ofrece una propuesta artística que invita al público a reflexionar sobre la empatía, la fragilidad emocional y la necesidad de nuevas narrativas en el teatro clásico.
