Turismo por: Equipo de redacción EL INAH PRESERVA EN AGUASCALIENTES TRADICIÓN VIRREINAL DEL ALTAR DE DOLORES 2015-03-27

La exposición Lágrimas y Dolores de la Virgen da cuenta del rescate de una práctica religiosa popular de los siglos XVIII y XIX
El Museo Regional de Historia de Aguascalientes albergará la muestra del 27 de marzo al 10 de mayo


Rescatar el Altar de Dolores, una de las tradiciones religiosas que tuvo auge en los siglos XVIII y XIX en Aguascalientes, es la intención de la exposición Lágrimas y Dolores de la Virgen, con sede en el Museo Regional de Historia de esa ciudad.

Organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la muestra, que presenta un Altar de Dolores adornado a la usanza del virreinato, podrá ser apreciada del 27 de marzo al 10 de mayo.

Se trata de una tradición heredada del México colonial, que se configuró como una costumbre muy arraigada en el Occidente-Bajío del país. a€œEran tan importantes que el Viernes de Dolores salía una multitud a recorrer las calles de la ciudad, a pie o a caballo; casa por casa se encendían las velas, las cuales formaban parte esencial de estos altaresa€, destacó César Darío Menchaca de la Torre, director del Museo Regional de Historia de Aguascalientes (MRHA).

En la mayoría de las casas se ofrecían aguas frescas, regularmente de limón con chía, que representaban las lágrimas de la Virgen; las de jamaica simbolizaban la sangre de Cristo; las de melón tenían que ver con el ocaso en el Monte Calvario, al momento de la muerte del Mesías.

Cuando ya estaban montados los altares, los vecinos podían visitarlos en las diversas viviendas después de preguntarles a sus moradores si ya a€œhabía llorado la Virgena€, concepto que definía la posibilidad de poder entrar a los hogares.

En el siglo XIX, en el México independiente, esta práctica se fortaleció; los textos y las crónicas de Antonio García Cubas, José Joaquín Fernández de Lizardi, entre otros autores, dan cuenta de ello. a€œEn la pasada centuria, aunque los altares continuaron instalándose en Aguascalientes, la migración influyó en la pérdida de esta tradición, ya que cuando algunos jóvenes regresan, no les interesa preservarlaa€, aseveró Darío Menchaca.

a€œEn el caso específico de Aguascalientes, esta tradición se está perdiendo, sólo se conserva en algunas casas de los antiguos barrios de la Salud y de Guadalupe, cerca del centro, donde todavía se siguen montando los altaresa€, explicó.

El Altar de Dolores del MRHA se monta en el retablo gótico de la capilla y retoma la simbología proporcionada por la arqueóloga Reina Cedillo, resultado de su investigación. Así, además del agua en frascos, en pequeños platos, se instalan naranjas agrias y doradas, que hacen referencia al dolor de la Virgen, las cuales están adornadas con banderitas doradas y plateadas que simbolizan a Cristo y la Virgen, el Sol y la Luna.

Asimismo, diversas flores engalanan el altar: las rosas representan a la Virgen; la azucena al bautismo; los tréboles a la Trinidad; la amapola roja a la sangre de Cristo y su Pasión. Asimismo, se adorna con cirios que se ponen en candeleros.

En la parte central del retablo se coloca el altar, ahí se ubica la imagen venerada de la Virgen de los Dolores. En el caso del recinto museístico se trata de una pequeña escultura en madera, de manufactura reciente, acompañada por coronas de espinas, clavos y otros elementos representativos del Calvario del Hijo de Dios, además de piezas de papel picado con figuras alusivas a la Pasión de Cristo y a los Dolores de María, como los siete puñales clavados en el corazón de la Virgen o, bien, una daga que le atraviesa el pecho.

Los altares se ponían como una manera de acompañar a la Virgen en su dolor; en la muestra, en el suelo se acomodan macetas en forma de animales y de pequeños pinos de barro que contienen germinados de chía, trigo, lentejas o cebada. El altar es rematado con tapetes con semillas de trigo o café, dibujando anagramas o símbolos de la Madre de Cristo.

El director del MRHA explicó que, en 1519, el fraile mercedario Bartolomé de Olmedo, quien acompañaba a Hernán Cortés, erigió en San Juan de Ulúa el primer altar en el Nuevo Mundo, con el fin de celebrar la misa de Viernes Santo, y para recordar los Dolores de la Virgen.

a€œNo hay una fecha exacta de cuándo comenzó a venerarse; sin embargo, los historiadores detectan que en la segunda mitad del siglo XVII ya había una cofradía de la Soledad, nombre con que se invocaba a la Virgen de los Doloresa€.

El montaje de los altares iniciaba semanas antes del último Viernes de Cuaresma, con la siembra de germinados de cebada o trigo, que se depositaban en pequeñas macetas de barro con figuras de animales, principalmente borregos, y pequeños pinos, que de acuerdo con la simbología cristiana representaban la Eucaristía y el nacimiento de la fe al pie del Calvario.

Como parte de las actividades de la exposición, el 27 de marzo, a las 19:00 horas, se dictará la conferencia Imágenes que evocan, a cargo de Monserrat Navarro, jefa de Servicios Educativos del Museo Nacional de las Culturas; más tarde, a las 20:00 horas, será inaugurada la muestra.

La exposición se presentará del 27 de marzo al 10 de mayo, en el Museo Regional de Historia de Aguascalientes, localizado en Venustiano Carranza 118, Centro, en la ciudad de Aguascalientes. Horario: martes a domingo, 8:30 a 17:30 horas. Costo: 47 pesos.