Un equipo de especialistas, coordinado por el INAH, realiza tareas de recuperación de la memoria documental de distintas municipalidades de la Sierra Gorda
Agua Zarca y Tilaco son las primeras poblaciones donde se ha llevado a cabo esta labor
Documentos que son testimonio de una de las tradiciones musicales más arraigadas de la Sierra Gorda de Querétaro, el huapango, y la fiesta en torno a ella, son algunos de los escritos rescatados por un equipo de expertos como parte de un proyecto coordinado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con miras a poner en valor los archivos de distintas comunidades queretanas.
Rescate, análisis, conservación y catalogación de archivos históricos y etnohistóricos en Querétaro, como se denomina el proyecto, tiene por objetivo la consolidación y sustentabilidad de los mismos a través de la ejecución de tareas archivísticas. Se trata de a€œrecuperar los archivos comunitarios y contribuir a que las presentes y futuras generaciones sepan que son detentoras de un particular devenir históricoa€, señaló Ricardo Jarillo Hernández, investigador del Centro INAH Querétaro.
Agua Zarca y Tilaco, en el municipio de Landa de Matamoros y colindantes con el estado de Hidalgo, son las primeras poblaciones donde se ha llevado a cabo esta labor. Más allá de su larga historia a€”que en términos de testimonios escritos puede remontarse al trabajo misional franciscano en la región durante el siglo XVIIIa€”, resulta interesante que buena parte de los archivos constituyen un repaso a las cuestiones cotidianas de un pueblo en pleno siglo XX.
Jarillo Hernández lidera un grupo de estudiantes en Historia de la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de ese estado, quienes se han adentrado en la importancia de lo que el historiador Luis González y González denominaba Microhistoria e Historia Regional a€”en sus propias palabrasa€”, aquella a€œque se interesa por el hombre en toda su redondez y por la cultura en todas sus facetasa€.
El equipo comenzó esta iniciativa de preservación del patrimonio documental queretano, enfocando sus esfuerzos a€”en una primera etapaa€” en los archivos de distintas municipalidades de la Sierra Gorda. La organización de este corpus, que en su mayoría corresponde a legajos de carácter administrativo, ha implicado un trabajo cercano con las comunidades que han tenido la oportunidad de revisar su pasado reciente.
En Agua Zarca, cuyo antecedente histórico más temprano como población netamente mestiza es de finales del siglo XIX, el acervo comprende un periodo de 50 años (de 1934 a 1983) y ha sido dividido en secciones: Oficina delegación, Tesorería y Justicia, y en series: Penal, Asuntos vecinales, Cartas y certificaciones, Comunicaciones oficiales, Fiestas y Servicio Militar.
Luego de su limpieza y su colocación en nuevos resguardos, clasificación archivística e integración de catálogos, el archivo de la delegación de Agua Zarca quedó organizado en mil 164 expedientes.
Entre los expedientes que constituyen una serie a€”refiere el etnohistoriador Ricardo Jarilloa€”, a€œdestacan documentos personales que pertenecieron al general Porfirio Rubio, cacique que, a partir de la década de 1920, logró concentrar fuerza armada, poder económico e influencia política en la región, siendo Agua Zarca su ámbito de residenciaa€.
Otros rubros que se resaltan, continúa, son las fiestas. a€œAgua Zarca está enclavada en la Huasteca, una región de larga tradición musical. En esta zona del noreste de Querétaro, el ciclo de vida está asociado al gusto festivo; bautizo, casamiento y muerte son motivo para la música y, de ser el caso, el baile. Los bailes de huapango, de los que también se celebraban concursos, debían ser aprobados por la autoridad.
a€œLa vida cotidiana es uno de los aspectos más ricos por la información disponible, tanto por la historia oral como por los testimonios escritos. La memoria y los documentos dan cuenta de una sociedad agrícola y ganadera, con una vida social sumamente dinámica a veces marcada por la violencia, donde las situaciones de parentesco y propiedad eran cambiantesa€.
El archivo de Agua Zarca también es significativo para comprender, desde una población enclavada en la Sierra Gorda, la evolución del fenómeno migratorio hacia Estados Unidos. La documentación da cuenta que la migración se convirtió en una práctica cotidiana desde la década de 1950.
a€œAsí tenemos que quien actualmente es migrante sigue, en cierta medida, los pasos del padre o el abuelo. Entre 1954 y 1979, y posiblemente años posteriores, la autoridad delegacional emitía un salvoconducto que amparaba la vecindad y la a€˜buena conductaa€™ del interesado en migrar hacia el vecino país del nortea€, precisó Ricardo Jarillo.
A últimas fechas, el archivo comunitario que se ha trabajado es el de Tilaco. Primero se realizó un diagnóstico del mismo para identificar su volumen, estado de conservación, temporalidad y faltantes; después se dio paso a las tareas de revisión, identificación y selección para lograr su organización conceptual y temática, lo que continúa hasta hoy.
Por el momento fue posible definir los rubros de Educación, Oficina delegación, Justicia, Ganadería, Elecciones y Censos. Esta documentación permite identificar la dinámica social, económica y política de la población, sobre todo en la etapa decimonónica.
a€œEl comercio con el exterior, sumado a la ganadería, se daba por medio de la producción de aguardiente y piloncillo. En lo político, estando bajo la jurisdicción en un primer momento de Jalpan, Tilaco recibía disposiciones derivadas de la guerra, como la conformación de la Guardia Nacional. Para el Porfiriato, en Tilaco se instaló la llamada a€˜escuela de primeras letrasa€™.
a€œUn aspecto relevante es el que aborda la antigua forma de gobierno de la República de Indios durante la época virreinal; incluso una vez consumada la Independencia, en Tilaco seguía utilizándose la a€˜vara de justiciaa€™, un elemento que se usaba desde la Colonia para relevar al juez constitucionala€, concluyó el investigador.