_ ajador dentro y fuera del cuadrilátero, el boxeador Roberto Zariñana no se detiene ante nada. Así como en sus inicios tuvo que sacar cubetas llenas de agua del gimnasio de un deteriorado Deportivo Azcapotzalco para ponerse a a€œhacer sombraa€, ahora enfrenta el difícil reto de juntar recursos económicos para cumplir su sueño: participar en los Juegos Olímpicos Río 2016.
Es por ello que el púgil, habitante de la colonia Reynosa Tamaulipas, sale a botear por las calles de Azcapotzalco confiando en el buen corazón de su gente, lo cual le ha permitido ganar además de dinero, el cariño de la comunidad, que ve en él a un héroe y ejemplo a seguir para la juventud.
a€œSoy seleccionado nacional en categoría welter ligero, pero por falta de recursos en la Federación no puedo ir a competir a los torneos clasificatorios en Cuba y Bulgaria para las Olimpiadas. Por eso me acerco a mis vecinos para que me apoyen, ahora tengo que luchar afuera del ring si quiero llegar a mi metaa€, señaló Roberto durante su recorrido por el Jardín Hidalgo, acompañado de su entrenador y ex boxeador Arturo Tovar.
Monedas de uno, dos o hasta cinco pesos caen al bote de ayuda, mientras el joven pugilista de 24 años le cuenta a la gente cómo ha conseguido un récord de 120 peleas ganadas y apenas 10 derrotas, consolidándose como Campeón Nacional 2014 en su categoría. Explica que es de estilo fajador, de esos luchadores que entran al intercambio de golpes con valentía sin importar lo que reciba con tal de dar.
La disciplina para lograr estas marcas no es poca cosa, además de repartir su tiempo entre el estudio de una ingeniería en la Universidad Nacional Autónoma de México, convivir con su familia y amigos, el amor por el box lo lleva a entrenar cuatro horas diarias, en la mañana ejercicios de acondicionamiento físico y en la tarde técnica y golpeo.
Si llegase a juntar los recursos para las competencias clasificatorias, Roberto tendría que presentarse en la Serie Mundial de Boxeo que se realizará a finales de abril en La Habana, Cuba, y en mayo ir a Bulgaria. Él asume el reto como siempre, con voluntad y entereza, sabedor que la a€œcultura del esfuerzoa€ siempre trae los mejores resultados.
