_ La Delegación Xochimilco, considerada desde hace 30 años por la UNESCO, patrimonio mundial de la humanidad, por sus características culturales, lacustres, arqueológicas y, sobre todo, por constituir un medio ambiente construido por el ser humano desde hace muchos siglos, con una serie de características únicas a nivel mundial.
Por su suelo de conservación, se mantiene amenazada por un número considerable de obras irregulares que van desde plazas comerciales y condóminos de grandes inmobiliarias, hasta proyectos de construcción patrimoniales/familiares; que pretenden edificarse, pese a estar suspendidas o clausuradas sus construcciones bajo las causales de no contar con licencias o tenerlas vencidas, falsificación de folios, violación de la normatividad de protección civil y al poner en riesgo la seguridad de los vecindarios, por citar las más comunes.
La construcción de estos inmuebles ha causado daños a la infraestructura urbana, al tejido social, han promovido la tala de árboles e incrementado la fuga de agua por daños en la red hidráulica, entre los daños más notorios.
En particular hemos determinado 34 proyectos de obra de mayor perjuicio social, entre los que destacan Plaza Terrazas Arenal, Chedrahui Santiago Tulyehualco, Tepepan Country Club, Paseos Xochimilco y Wall Mart-Sam`s Ex Pumitas. De todas las obras suspendidas existen quejas ciudadanas, denuncias administrativas y permisos otorgados en un escenario de irregularidad y arbitrariedad de las administraciones pasadas en la demarcación, así como, en varios casos, del gobierno central de la CDMX.
De las principales obras irregulares mencionadas con fines de especulación inmobiliaria se ha hecho un comparativo de requerimientos de agua y el estudio delegacional arroja, que sus necesidades de líquido exceden por miles de metros cúbicos a la cantidad de pipas de agua que diariamente se distribuyen a los vecinos que carecen de red hidráulica.
De acuerdo con el Jefe Delegacional en Xochimilco Avelino Méndez Rangel, estas obras, además de no haber sido consultadas con los pueblos originarios; violan el uso de suelo, el desarrollo sustentable, el uso social del agua potable y el medio ambiente, “al depredar árboles y dañar ríos, vasos de regulación que alimentan a los canales con lo que se afectan los mantos acuíferos irreversiblemente”.
Son obras que al violar las normas establecidas en el Reglamento de Construcción vigente en la Ciudad de México, además de no contar con planos, permisos y estudios de impacto ambiental confiables, representan un riesgo constante a la ciudadanía. Situación que se hizo visible después del sismo del 19 de septiembre, precisó el titular de la demarcación.
Por su parte, Gustavo Alonso Cabrera Rodríguez, director general jurídico y de gobierno de la demarcación, comentó que por si esto no fuera suficiente en Xochimilco, se tiene un impacto vial negativo y alto uso de agua; SACMEX, SEDUVI, SEDEMA y SEMOVI dieron permisos en perjuicio de los habitantes de la región al sur de la Ciudad de México, por lo que en algunos casos hemos detectado posibles falsificaciones de folios de las dependencias mencionadas.
Agrega al respecto que la autoridad delegacional clasifica en estas construcciones tres tipos de inversionistas; el patrimonial que es de herencia sin afán especulativo; financiero que recurre al sistema bancario y busca una tasa de retorno de capitales de manera rápida, saltando permisos y licencias y los que hacen macro desarrollo como plazas comerciales que tienen fuentes y contactos de gobierno y grupos financieros.
Con respecto al último grupo, resalta el director general, los proyectos que rebasan los cuatro mil metros cuadrados de construcción son dictaminados centralmente, sin la opinión delegacional; y en muchos casos bajo el argumento jurídico de Trasferencia de Potencialidades, y el criterio de la Norma 26, para departamentos de interés social, y que no aplica en Xochimilco las dependencias mencionadas del gobierno de CDMX otorgan permisos saltándose la autoridad delegacional.
