Se trata de la empresa Great Wall Motors, la mayor empresa automotriz privada de China, que estaría interesada en la construcción de una planta en Nuevo León o en San Luis Potosí, según la agencia de noticias Reuters. Los dos estados sufrieron con las políticas proteccionistas y de chantaje económico que impulsa el gobierno de Donald Trump.
Ejecutivos de Great Wall Motors se reunieron con sus contrapartes de la empresa ferroviaria Ferromex, propiedad de Grupo México, y de Kansas City Southern de México para evaluar las opciones de conectividad de ambos Estados. Las facilidades de transporte por tren que se puedan obtener son clave para las fábricas que se instalan en México, ya que permiten trasladar el producto acabado a EU a un costo menor, que el traslado por carretera.
Según la agencia británica de noticias, Great Wall Motors, estaría en conversaciones directas con el gobierno de Nuevo León, sin descartar la posibilidad de construirla en Estados Unidos.
Great Wall Motors y Ferromex no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios. Sin embargo, un portavoz de Kansas City Southern de México confirmó que funcionarios de Great Wall Motor se reunieron con la empresa, pero declinó proporcionar más detalles.
De confirmarse un posible acuerdo entre la empresa asiática y las ferroviarias mexicanas, la construcción de la planta de Great Wall Motor podría comenzar el próximo año y se estima, costaría alrededor de 500 millones de dólares. Produciría unos 250 mil automóviles al año para los mercados de Estados Unidos y México.
