_ Desde hace décadas se lanzaron campañas para cuidar el agua. Los esfuerzos en este sentido han sido insuficientes y se corre el riesgo de que al paso de los años se restrinja y se reduzca su calidad, advierte la investigadora politécnica Miriam Guadalupe Rodríguez Rosales.
Al participar en la XXIV Semana Nacional de la Ciencia y la Tecnología en el Museo Tezozómoc, con el objetivo de crear conciencia entre la población sobre la importancia del vital líquido, la científica de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas hizo un recorrido desde cómo se forma el ciclo del agua, desde qué año se envía agua a la Ciudad de México y que cada vez se perfora a mayor profundidad para encontrar el vital líquido.
Destacó que el ciclo se forma por: almacenamiento natural, distribución, uso doméstico, drenaje, canal de desague, agricultura, tratamiento, recarga de ríos, filtración y recarga de acuíferos, evaporación, lluvia, ríos y cauces naturales hasta llegar de nuevo al almacenamiento natural.
En su plática señaló que en la Cuenca del Valle de México se concentran 21 millones de habitantes y es la más poblada de las trece regiones hidrológicas del país; la de menor extensión territorial pero la de mayor densidad poblacional.
Rodríguez Rosales habló de lo preocupante que es la sobreexplotación de los mantos acuíferos. Recordó que desde 1951 para atender la demanda del Valle de México se inició el traslado del agua desde el Sistema Lerma y a principios de 1982 ingresa el Sistema Cutzamala, en su primera etapa. Hoy en día se está presentando una sobreexplotación de los acuíferos, insistió.
La investigadora politécnica advierte que como hoy estamos no falta mucho para que tengamos una crisis en la obtención del agua. “Uno de los factores importantes que nos afectan y por las que ya vamos a empezar a pagar las consecuencias es el cambio climático; tenemos periodos de estiaje atípicos y periodos de lluvia atípicos” se subrayó.
Lo importante sería ver cómo podemos aprovechar el agua, sobre todo de la meteorológica, ya que existen las tecnologías para dar tratamiento del agua residual y podamos hacerla potable, tecnológicamente se puede.
Hoy en día hay países, como Estados Unidos y concretamente en Los Ángeles, California se tiene una crisis de agua y lo solucionan con pozos de absorción. En el caso de la Ciudad de México se está buscando hacer pozos de infiltración para recarga del acuífero. Aquí la situación está en que la normatividad ambiental que se tiene es muy estricta para cumplir con la calidad que se requiere para inyectar al acuífero.
Actualmente hay unos proyectos en Chapultepec y se está construyendo una planta de aguas residuales que va a mandar el agua a uno de los lagos, en el lago se va a hacer la extracción para darle tratamiento y de ahí hacer la infiltración.
Rodríguez Rosales precisó que sí se hacen cosas, pero dado el tamaño del problema no es suficiente y podrían presentarse otros de índole social si escasea el vital líquido. Por eso insiste en crear conciencia entre los consumidores.
El agua como nos llega y sale de las plantas potabilizadoras es de excelente calidad, pero el problema se presenta si tenemos tuberías fisuradas y por la falta de limpieza y desinfección de tinacos y cisternas, que debe realizarse cada seis meses. Por eso el agua va clorada y así debe llegar a las casas para que si se tiene contacto con algún contaminante en las líneas, se pueda desinfectar.
