_ Un hoyo negro podría conectarse a otro igual pero ubicado en otra dimensión y ambos estar acoplados. Así, un evento que aconteciera en uno de ellos sucedería de forma instantánea en el otro, expuso Julieta Fierro, investigadora del Instituto de Astronomía.
Y aunque parezca ciencia ficción o muy extraño, esta es una idea con la que diversos científicos han soñado y planteado en los últimos años. Sin embargo, hoy nos seguimos preguntando si será posible y si la humanidad podría usarlo alguna vez como portal.
De este modo, para tratar de entender la inmensidad de nuestro universo y algunas dudas que hasta el momento no se han resuelto, los físicos han propuesto la existencia de otras dimensiones.
Un ejemplo, resaltó la investigadora, es la fuerza electromagnética. Durante mucho tiempo algunos curiosos se han cuestionado por qué es más fuerte un pequeño imán al mantenerse pegado al refrigerador y no es atraído por la inmensa gravedad de la Tierra.
La explicación a esta disparidad de intensidad de las fuerzas de la naturaleza sería que la gravedad se encuentra en su mayor parte en otra dimensión y sólo se manifiesta parcialmente en nuestro universo, refirió.
A¿Cuántas dimensiones?
En nuestra capacidad de entendimiento, la humanidad ha logrado identificar tres dimensiones espaciales; altura, anchura y profundidad, todas moviéndose dentro del flujo del tiempo, que sería una cuarta.
Pensar que hay más dimensiones nos cuesta mucho trabajo, porque sólo estamos habituados a las ya mencionadas; pero que no las veamos no quiere decir que no existan, manifestó.
De hecho, los estudiosos han descrito que podría haber al menos otras 10. Una de las hipótesis que sustenta esta aseveración es la llamada teoría de cuerdas, que sugiere que una partícula como un electrón no es un punto sin estructura interna y de dimensión cero, sino un ente de cuerdas minúsculas que vibran en un espacio tiempo de más de cuatro dimensiones.
Además, si la cuerda oscila de diferentes formas, entonces el electrón podría ser un protón, un quark o cualquier otra partícula del modelo estándar.
El origen del universo
En la década de los 90 del siglo pasado, los astrónomos descubrieron que el universo no se encontraba estático sino en una expansión acelerada. Y, por lo tanto, se pudo medir el tiempo en que inició la expansión, hace 13 mil 800 millones de años.
A partir de esta revelación, muchos investigadores se cuestionaron cómo fue posible la creación de nuestro espacio sideral, y fue así cómo surgió la teoría en la cual se manifiesta que antes de nuestro universo existieron otros, y que algunos dieron origen a otros más, describió.
De esta manera, agregó Fierro, nuestro cosmos puede ser una gemación de otros más que seguramente se encuentran en otras dimensiones y dan origen a otros más.
A¿Se puede usar el agujero como portal?
Los agujeros negros surgen al final de la evolución de una estrella (de más de ocho veces el tamaño del Sol), que dura unos cuantos millones de años, explicó.
Cuando agotan su combustible nuclear, agregó la astrónoma, se colapsan en menos de un segundo, dejando atrás un objeto compacto, como estrellas de neutrones o un hoyo negro y arrojando el resto de la materia al espacio en forma de explosión.
Un hoyo negro puede deformar el espacio y el tiempo, debido a una fuerza de atracción descomunal capaz de succionar hasta la propia luz, sin posibilidad de escapatoria.
De tal forma que, si una persona quisiera utilizarlo como portal hacia otra dimensión, sería casi imposible porque al acercarse no podría sobrevivir a la gravedad y se desintegraría antes de entrar, describió.
En conclusión, nadie ha podido comprobar experimentalmente si los hoyos negros nos pueden conectar a otra dimensión, pero hasta el momento podemos soñar que alguien encontrará la manera de lograrlo.
