_ Como desde hace 15 años, la Escuela Superior de Turismo (EST), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), realizó la Muestra de Ofrendas 2017 con el lema “Aquellos que hoy existen, otra vez existirán” (in iehoantin in axcan nemi, oc ceppa nemizque, en náhuatl), en donde docentes y alumnos hicieron gala de su imaginación para elaborar 31 ofrendas representativas de los diferentes estados del país y la Ciudad de México.
En el marco de las festividades por el Día de Muertos, Morelos fue el invitado de honor por los acontecimientos del 19 de septiembre que afectó además de esta entidad, a Chiapas, Oaxaca y la capital del país. También, se festejó el XLIII Aniversario de la EST y el XCV de la creación de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA).
Durante la inauguración del evento, María Guadalupe Vargas Jacobo, directora de la EST, dijo que México tiene gran diversidad cultural y étnica, por eso resulta importante rescatar las tradiciones mexicanas de cada región, de tener un contacto más vivo con los muertos, ya que forma parte de la identidad que nos distingue a nivel mundial.
Destacó que la ESIA (Zacatenco, Ticomán y Tecamachalco) es un referente del Instituto, ya que egresados han participado en la construcción de grandes obras arquitectónicas y de ingeniería a nivel nacional.
La celebración del Día de Muertos en México se mantiene viva desde la época mesoamericana en donde los antiguos habitantes del país rendían culto a la muerte, a la vida.
Por ello, alumnos de la ESIA, Unidad Tecamachalco rindieron tributo al estado de Morelos, lugar que se destaca por su riqueza cultural y religiosa. La ofrenda la adornaron con flores de cempasúchil, calabaza, sal, copal, papel picado, calaveras decoradas, cruz de flores, velas y juguetes.
En otras épocas el Día de Muertos se conmemoraba el noveno mes de calendario solar mexica, se celebraba en el mes de agosto. Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl (Dama de la Muerte) y esposa de Mictlantecuhtli (Señor de la tierra de los muertos), éstas eran dedicadas a la celebración de los niños y vidas de los parientes ya fallecidos.
Participaron alrededor de 500 personas (alumnos, docentes, personal administrativo), quienes elaboraron las 32 ofrendas. En la muestra, recrearon el culto a los difuntos, a quienes les colocan comida, imágenes y veladoras que sirven de guía del espíritu hacia el más allá, los ancestros creían que moría el cuerpo, pero no el espíritu.
Como parte de las actividades culturales, se realizó la procesión de la muerte; comenzó la caminata en la EST hacia la ESIA Ticomán, para concluir el recorrido en la ESIA Zacatenco. Para el próximo año, la Escuela Superior de Cómputo (Escom) será el invitado de honor a dicha celebración.
Se realizaron performances de teatro, talleres de guitarra a cargo de los alumnos de turismo; se presentó la Compañía de Danza Folklórica del IPN y “Corazones que Danzan”; el trío musical Los Bohemios, el evento artístico Calaveras que cantan, entre otras actividades culturales.
