_ Llama a la sociedad civil a construir y transformar, desde la contemporaneidad, a€œpero con la ética y la política de frentea€
Expertos de diez países que se dieron cita en la ciudad de Guanajuato apostaron por proyectos de rehabilitación respetuosos con su autenticidad y puestos al servicio público
El llamado del arquitecto Mauricio Rocha (Ciudad de México, 1965) a la sociedad civil a construir y transformar la ciudad desde la contemporaneidad, a€œpero con la ética y la política de frentea€, y en el caso concreto de inmuebles patrimoniales buscar su a€œactivacióna€ mediante proyectos de rehabilitación respetuosos y puestos al servicio público, fue el común denominador del Encuentro Internacional Usos del Patrimonio. Nuevos Escenarios.
En la última jornada de la reunión organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de la Dirección de Patrimonio Mundial, Mauricio Rocha recordó que por muchos años se interpuso una marcada línea divisoria entre la intervención contemporánea y el rescate de un inmueble histórico.
a€œCon el tiempo eso ha cambiado, porque la propia historia y dinámica de las ciudades así lo exigena€, expresó en el encuentro que congregó en la ciudad de Guanajuato a expertos en arquitectura, urbanismo y preservación del patrimonio, provenientes de diez países.
Ahora se presenta una nueva dicotomía. Uno de estos frentes lo representan propuestas arquitectónicas y urbanísticas que parten de una a€œactividad carente de propuesta espacial para la sociedad, lo que conlleva el destrozo de las ciudades.
En contraposición con esta realidad, la sociedad civil debe luchar por construir una ciudad que la incluya en sus cambios, para lo cual institutos públicos y arquitectos deben entrar en la discusión a€œde criterios y no de reglas específicas, porque éstas dependen mucho de su lectura para ser o no activadasa€.
Para ejemplificar sus propuestas arquitectónicas que integran el entorno y la sensibilidad espacial, Mauricio Rocha abordó la recuperación de los restos de un convento del siglo XVII, que por más de un siglo permaneció oculto para los transeúntes de la ciudad de Oaxaca. Hoy ha dado lugar al Centro Académico y Cultural San Pablo.
Con la implementación de las Leyes de Reforma en el siglo XIX, el antiguo espacio conventual fue cercenado para la apertura de una vialidad, luego vendría su fraccionamiento en lotes y la superposición de fachadas de casas, un hotel, entre otros negocios, que cubrieron su portada principal y sus volúmenes originales.
Durante varios meses el Taller de Arquitectura Mauricio Rocha trabajó en la elaboración de un proyecto que permitiera ratificar la autenticidad de este espacio y, a su vez, establecer conexiones con la arquitectura actual mediante el uso de materiales como el acero y la madera que permiten a€œflotara€ sobre la memoria contenida en la materialidad y la espacialidad del lugar.
Bajo estos criterios se recuperó el 90 por ciento de los corredores, pasaje, capilla y parte de la iglesia. La fachada a la calle Fiallo se resolvió con un análisis minucioso de reconstrucción del convento original en el punto donde se seccionó el edificio. Al rescatar el atrio y el acceso público a dos callejones, el Centro Académico y Cultural San Pablo funge ahora como un punto de encuentro y distribución hacia los edificios del conjunto y como espacio público y gratuito para la ciudad.
Un caso similar, pero del otro lado del océano Atlántico, es el que concierne al ambicioso proyecto Sphera Cástris. Hace pocos meses, en Portugal, se dieron los detalles de esta contrapropuesta a lo que originalmente a€”desde la perspectiva del desarrollo turísticoa€” pretendía convertir un monasterio cisterciense del siglo XII, el convento femenino más antiguo del sur del río Tajo, en un hotel de lujo.
Ana Paula Amendoeira, presidenta del Consejo Internacional de Museos y Sitios (ICOMOS) Portugal, compartió los alcances del Proyecto Sphera (Southwest park for heritage and arts, Parque Suroeste para el Patrimonio y las Artes) Cástris en el encuentro Usos del Patrimonio. Nuevos escenarios.
Comentó que en el país ibérico prevalece la idea por parte de los tomadores de decisiones de que la cultura y el patrimonio tienen un valor en tanto permiten generar a€œdesarrollo, riqueza, empleoa€, de modo que inmuebles históricos se entregan a propuestas con una funcionalidad previamente determinada (vinculadas sobre todo al sector turístico), olvidando a€œlas memorias valorativas de los espaciosa€.
Bajo una visión distinta, Sphera Cástris intenta resarcir los cinco mil mA² de construcción y las 40 hectáreas de espacio abierto del Monasterio de San Benito de Cástris, en la ciudad de Évora, para el emprendimiento de proyectos piloto sobre la agricultura mediterránea y la biodiversidad, residencias de artistas, laboratorios de patrimonio y restauración, reservas de arqueología, entre otras actividades, que integran a la comunidades inmediatas, e incluso a la internacional.
a€œPretendemos que este proyecto (impulsado con el apoyo de la Universidad de Évora y la Dirección Regional de Cultura de Alentejo) tenga una dimensión territorial para toda la región con un sistema de colaboraciones, socios y con instituciones y organizaciones públicas y privadasa€, anotó Ana Paula Amendoeira.
Después de todo, como dijo Nivaldo Andrade, académico en Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Federal de Bahía, Brasil, más que defender el bien material, cuando se habla de preservar el patrimonio edificado en realidad se aboga por las relaciones que distintos sectores de la sociedad establecen con él.
