_ Este tipo de recintos surgen de las comunidades, el INAH no impone proyectos ni temáticas, solo se apegan a lo que estas quieran mostrar
Dentro de sus responsabilidades, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) acompaña a la sociedad civil y a las comunidades para conservar y difundir su patrimonio cultural, por lo que se ha dado a la tarea de asesorar, gestionar y acompañar la creación o rehabilitación de museos comunitarios.
Como parte de la Cátedra Ignacio Manuel Altamirano se realizó el conversatorio virtual “La divulgación del patrimonio a través de los museos comunitarios del estado de Guerrero”, organizado por la representación del Instituto en esa entidad, el cual fue transmitido por el canal INAH TV de YouTube, como parte de la campaña “Contigo en la distancia”, de la Secretaría de Cultura.
En la charla, la investigadora del Centro INAH Guerrero, Alejandra Núñez Mejía, explicó que este tipo de museos tienen que surgir de las comunidades, “el Instituto no impone proyectos ni temáticas, solo se apegan a lo que la población quiera hacer; todo depende de la colección que tengan y de lo que estén dispuestos a compartir, por lo que siempre se hacen en compañía de un organismo coadyuvante, conformado por las mismas personas de la comunidad”.
La especialista, quien ha participado en la creación de recintos museísticos en la entidad, indicó que los guiones museográficos de estos espacios se enfocan a la parte etnográfica, ya que son creados para salvaguardar las tradiciones de las comunidades y para que los jóvenes puedan entender y preservar su cultura.
Este tipo de museos, refirió, son creados con poco presupuesto, apoyándose en fuentes de financiamiento como el Programa de Acciones Culturales Multilingues y Comunitarias (PACMyC) o de la Comisión Nacional para el Desarrollo de Pueblos Indígenas, apoyo de los ayuntamientos e, incluso, con aportaciones de las poblaciones inmiscuidas.
Actualmente, dijo, hay 10 museos comunitarios activos en Guerrero, ubicados en las regiones Norte, Centro, La Montaña y Costa Chica, entre los cuales hay dos escolares; cinco más están en proceso de apertura: La Roqueta, en Acapulco; San Agustín Oapan, en la zona del Balsas; Amelia Robles “La Coronela”, en Xochipala; Huitzapula, en Atlixtlac, y Cochoapa, en Ometepec.
Alejandra Núñez relató que el Museo Comunitario Indígena Tlappan, en Tlapa de Comonfort, es el más antiguo del estado y fue abierto en 1992, por los profesores Adulfo Camilo (de la comunidad na savi), José García (nahua) y Melquiades Bruno (me’phaa); cuenta con un educador por cada etnia y los recorridos son en las lenguas de dichas culturas.
“Este recinto posee fósiles de finales del Paleozoico, los más antiguos de Guerrero; la parte histórica destaca la importancia de esta población en la Revolución, y la arqueológica muestra elementos teotihuacanos localizados en la entidad, la presencia mexica y las tradiciones cerámicas locales”, detalló.
Por su parte, el recinto de Plan de Ayutla, inaugurado en agosto de 2012, en la cabecera municipal, tiene como sede la casa donde se firmó este importante documento, en 1854. Cuenta con una colección de facsímiles de las banderas de la revolución de Ayutla y algunos mapas, y consigna las tradiciones mixtecas y tlapanecas del municipio, como máscaras, trajes típicos y altares.
A su vez, el Museo Comunitario Renacimiento Indígena, en Huamuxtitlán, fue inaugurado el 4 de marzo de 2015, aborda los orígenes de la hija de Porfirio Díaz, Amada Díaz; cuenta con apartados de arqueología, paleontología y etnografía.
Mientras tanto, el Museo Arqueológico de la Costa Chica, ubicado en Azoyú, abrió en 2015 y muestra la historia olmeca del lugar; cuenta con un facsimilar de un códice del siglo XVI, localizado en esa comunidad. El Museo de Sitio de Ixtepec “Tetzauhtecutli”, se inauguró en 2017, y exhibe réplicas de los códices que preserva la comunidad desde el siglo XVI. El recinto Hipólito Mora Aparicio, en Tecoanapa, abrió también en 2017.
Guerrero también cuenta con el Museo Comunitario Escolar Aztlán, en Tenexatlajco, municipio de Chilapa de Álvarez, fue concebido por el profesor Oscar Salmerón. Su atractivo es el acervo paleontológico, el cual incluye fósiles del Mesozoico al Cretácico.
