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Debido a que el propósito primario de la realización de los Juegos Olímpicos (JO) se ha ajustado solo a ejercerse como instrumento económico y geopolítico, el máximo evento deportivo del planeta requiere replantear sus objetivos.
En lo anterior coincidieron especialistas multidisciplinarios, quienes participaron en la mesa de análisis “Oro, Plata y COVID. Tokio: Las Olimpiadas de la pandemia”, convocada por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.
Sergio Varela Hernández, Socioantropólogo del Deporte, de la UNAM, y académico de esa entidad académica, recalcó la trascendencia histórica de la justa deportiva por sus obvias conexiones y culturales.
“El capitalismo corporativo es ahora el que domina a los Juegos Olímpico. En el ámbito deportivo, incluso, antes no había posibilidades de que atletas profesionales participaran, y ahora son cada vez menos amateurs”, señaló.
Debido a la pandemia, los JO que arrancarán el 23 de julio de este año no tendrán ganancias económicas, habrá perdidas y ante ello “le están apostando todo a la transmisión televisiva, que resulta ser uno de los elementos claves, para salvar los grandes costos que se han generado para la organización de este evento”.
En su oportunidad, Virginia Valdivia Caballero, académica de la FCPyS e Investigadora del Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África (PUEAA) de la UNAM, mencionó que para esta edición se darán cita 206 países, además de la delegación de refugiados, 11 mil deportistas en 41 sedes de nueve ciudades niponas, en “un contexto socioeconómico inadecuado”.
Aunque serán los JO más tecnológicos de la historia, las protestas internas continúan y están relacionadas también con el ámbito de la seguridad sanitaria, la cuarta ola de la COVID-19 y la vacunación va lenta.
“La vacuna ha provocado resistencias: hasta el 1 de julio solo el 11.6 por ciento de la población nipona estaría inmunizada, en un sitio donde ha habido 799 mil casos de COVID-19, y en donde según las encuestas locales 80 por ciento de los consultados están en contra de que se realicen los juegos”, indicó.
¿Juegos Olímpicos S.A. de C.V.?
Otto Ulrike Amilcar Becerril García, académico del Centro de Estudios del Deporte (CED) de la UNAM, y exhead coach, de Pumas CU, planteó la posibilidad de que los JO modifiquen sus objetivos, porque “se da la explotación de los cuerpos de los atletas al ser la verdadera mano de obra que echa a andar la economía deportiva.
“Ese espíritu competitivo del deporte representa ahora el espíritu capitalista. Los JO, son el caballo de Troya del capitalismo bajo esa figura bella, noble y romántica del deporte, pero en realidad lo que está detrás de eso, es el lucro”.
Agregó que los beneficios que suelen asociarse a lo JO, no son tangibles para los residentes una vez que pasan los eventos, debido a que varios de los costos los adquieren los gobiernos nacionales y locales. “Habrá grandes pérdidas y el Comité Olímpico Internacional será el menos afectado, pero los atletas recibirán, si acaso, menos del tres por ciento de manera global de todo lo recaudado”, destacó.
Matías Chiappe Ippolito, especialista de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad de Waseda en Japón, quien radica en Tokio desde 2015, constató que la sociedad japonesa se ha movilizado para externar su inconformidad por el evento deportivo.
“Desde que comenzó la pandemia aquí, el gobierno japonés ha salido todos los días a decir que sí se harán los Juegos Olímpicos, y así mantener esta idea que serían realizados. ¿Por qué opera de esta manera? Es debido a que Japón los hará para decir al mundo que sí hay vida después de la COVID”.