_ A más de medio siglo de haberse publicado La obediencia nocturna (1969) del escritor y crítico musical veracruzano Juan Vicente Melo Ripoll, de quien este 1 de marzo se celebra el 88 aniversario de su natalicio, el libro es aún motivo de análisis para desentrañar la belleza, el misterio, la musicalidad y poesía que contiene, que lo convirtieron en un texto emblemático de la década de los sesenta.
Melo Ripoll, médico dermatólogo originario del puerto de Veracruz, donde nació en 1932, es recordado también como cuentista y crítico musical, además de ser contemporáneo de escritores como Juan García Ponce, Fernando del Paso, Salvador Elizondo y José Emilio Pacheco, entre otros, con quienes integró la llamada Generación del medio siglo.
Una de las facetas quizá poco conocidas del autor es la de crítico. En su libro Notas sin música (1990) aborda la vida musical en México a partir de los años sesenta. Sus comentarios, a decir de los especialistas, no conocían más límites que el amor a la verdad.
Sus temas de análisis incluyen a compositores nacionales, grupos e intérpretes, tanto mexicanos como extranjeros, así como instituciones culturales y compositores de reputación mundial.
Su obra emblemática
Especialistas literarios coinciden que La obediencia nocturna es un clásico mexicano del siglo XX; porque pese a su complejidad, no deja de tener fieles lectores, además de considerarlo como el remate de una década de narrativa mexicana. El texto se reimprimió en 1994 y la serie Lecturas Mexicanas de la SEP lo publicó en 1987 con tiraje de 20 mil ejemplares, el cual se agotó.
También es considerada una novela alusiva y elusiva, escrita en varias claves y escapa a una interpretación única, “por lo que habrá tantas interpretaciones como lectores tenga”, señala el ensayista Vladimiro Rivas, quien añade que a dicha obra le siguió un silencio de 16 años que se rompió con la publicación de El agua cae en otra parte (1985), la última colección de cuentos de Melo Ripoll.
El escritor veracruzano se dio a conocer con tres libros de cuentos: La noche alucinada (1956), Los muros enemigos (1962) y Fin de semana (1964), que incluye Sábado: el verano de la mariposa, obra considerada como una las cimas del cuento mexicano y latinoamericano. En 1997 el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y el Instituto Veracruzano de la Cultura (Ivec) publicaron sus cuentos completos.
Trayectoria multifacética
Médico de profesión, Juan Vicente Melo estudió la carrera en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y se especializó en dermatología con estudios en París, tiempo en el que conoció a los escritores Albert Camus y Louis-Ferdinand Céline, quien dejó huella en el prosista veracruzano.
Fungió como director de la Casa del Lago Juan José Arreola entre 1962 y 1967, periodo en el cual la institución de la UNAM tuvo su mejor época.
Colaboró en publicaciones como La Cultura en México, La Semana Cultural, México en la Cultura, Revista de Bellas Artes, Revista Mexicana de Literatura, Revista Universidad de México, y Siempre!, además de ser becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) en el género novela.
Se desempeñó como director asistente de la publicación Graffiti en 1989; secretario de Redacción en la Revista de la Universidad de México de 1953 a 1965. También colaboró para los suplementos culturales Diorama y Sábado de Excélsior y Unomasuno, respectivamente. Falleció el 9 de febrero de 1996 a los 64 años.