_ En un preocupante anuncio, la investigadora Anahí Dreser Mansilla del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) revela que la resistencia a los antimicrobianos (RAM) se ha convertido en una "pandemia silenciosa". Este fenómeno ocurre cuando bacterias y otros microorganismos dejan de responder a los medicamentos, complicando el tratamiento de infecciones y aumentando el riesgo de propagación de enfermedades, lo que puede resultar en consecuencias mortales.
La RAM, considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como uno de los problemas de salud pública más apremiantes, se ha vuelto especialmente crítica durante la pandemia de COVID-19. La investigadora destaca que factores como el consumo indiscriminado de antibióticos, tanto en salud humana como en la agricultura, contribuyen a este problema global de salud.
La prescripción médica injustificada de antibióticos es una de las principales causas de la RAM, generando microorganismos resistentes y aumentando el riesgo de reacciones adversas a los fármacos. Según un estudio publicado en la revista The Lancet, la resistencia a los antibióticos contribuyó al fallecimiento de casi cinco millones de personas en el mundo en 2019, cifra que se vio agravada durante la pandemia.
Ante esta situación, la OMS ha llamado durante dos décadas a la adopción de medidas para controlar la RAM, subrayando la importancia del uso racional de antibióticos. Dreser enfatiza medidas preventivas como el lavado de manos y la higiene en el manejo de alimentos. El INSP, en colaboración con la OPS, trabaja en programas para optimizar el uso de antimicrobianos en hospitales del país.
La Semana Mundial de Concientización sobre la RAM, que se celebra del 18 al 24 de noviembre, busca sensibilizar sobre este problema de salud crítico. La iniciativa es parte del Plan de Acción Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, y la Secretaría de Salud imparte cursos de capacitación para el uso adecuado de antibióticos y refuerza medidas para evitar infecciones intrahospitalarias.
