a€œUn maestro no es el que enseña algo, mucho o poco, sino es el que te cambia la vida y eso es lo que ha hecho Héctor Fink con muchas personas en esta ciudada€, señaló Eduardo Vázquez al develar una placa en honor del artista mexicano
En la gala, decenas de niños y jóvenes capitalinos interpretaron varias piezas de ballet clásico y danza contemporánea, así como danza folklórica mexicana
Como reconocimiento a sus 44 años en la danza, en los que se ha destacado como bailarín, docente, coreógrafo, director, investigador, promotor y productor, el maestro Héctor Fink fue homenajeado en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, con una gala dancística en la que decenas de sus alumnos y amigos bailaron en su honor.
El homenaje a uno de los representantes más importantes de la danza folklórica mexicana inició con la develación de una placa de reconocimiento al maestro Fink, por parte de Eduardo Vázquez Martín, Secretario de Cultura de la Ciudad de México, y Ricardo Fuentes Gómez, director académico del Centro Cultural Ollin Yoliztli, instituciones que organizaron el acto.
Al tomar la palabra en el homenaje, Eduardo Vázquez destacó que a€œsin duda, el trabajo de Héctor Fink y su trayectoria lo han consolidado como uno de los impulsores más importantes, más generosos para la preservación de la danza tradicional mexicana. Cumplir 40 años al frente de la Escuela de Danza de la Ciudad de México, aunado a los casi 60 de haber empezado a bailar, significa una permanencia constante en la escena dancística nacionala€.
Pero además, agregó, a€œsu trabajo abarca otras facetas dentro del ámbito de la danza como bailarín, docente, director, investigador, promotor y productor. El maestro es originario de Orizaba, Veracruz, pero es desde hace muchos años un vecino de la Ciudad de México. Por el amor a ella, pero sobre todo porque gracias a su trabajo aportado a los niños y jóvenes a quienes ha formado en las aulas del edificio sede de la Escuela de Danza de la Ciudad de México, ubicada en el Metro Normal, es un hijo destacado de nuestra ciudada€.
Es innegable, dijo más adelante el Secretario de Cultura, la vocación creativa y artística del maestro. Desde muy joven, recordó, incursionó en la música como intérprete de piano, incluso en el canto. Descubrió la danza en su adolescencia, superando todos los obstáculos a los que se enfrentó para dedicarse a esta actividad. En su juventud se integró a la Academia de la Danza Mexicana y además del ballet y la danza moderna, desarrolló un gusto especial por la danza tradicional mexicana.
a€œComo bailarín destacó en giras y presentaciones importantes. Su contribución es sin duda relevante, lamentablemente debido a una lesión suspende esta práctica, lo cual no significó un alto, al contrario, gracias a su entusiasmo funda junto con otros maestros el Grupo de Danzas y Cantos de México, compañía en la que también obtuvo premios y reconocimientos en México y en el extranjeroa€, apuntó Vázquez Martín.
Hoy, concluyó Eduardo Vázquez, a€œcelebramos a Héctor Fink como un reconocimiento a su vida, a su trabajo y a su trayectoria. Lo hacemos de manera simbólica a través de esta placa, pero sobre todo con una muestra dancistica, a manera de homenaje, a cargo de muchos de sus alumnos y colaboradores que esta noche brindan como agradecimiento un poco de lo que han aprendido de él. Se dice que un maestro no es el que enseña algo, mucho o poco, sino es el que te cambia la vida y eso es lo que ha hecho Héctor Fink con muchas personas en esta ciudada€.
En tanto, el maestro Héctor Fink agradeció a€œtanto a la Secretaría de Cultura como al Centro Cultural Ollin Yoliztlia€ por el reconocimiento; a€œesta placa va también para mi familia y para los maestros de la Escuela de Danza de la Ciudad de México, con los que he hecho una carreraa€.
En la gala dancística, niños y jóvenes capitalinos interpretaron varias piezas de ballet clásico y danza contemporánea, como el célebre Vals de Ballet Coppélia, las Danzas de Ballet Paquita, o El Camino, coreografía con música de Silvestre Revueltas y Carlos Jiménez Mabarak. Uno de los momentos más festejados por el público fue la presentación de una coreografía con el mundialmente famoso Danzón No. 2, de Arturo Márquez.
En la segunda parte del espectáculo se dio paso a la danza folklórica mexicana, la especialidad del maestro Héctor Fink, con bailes como el Tilingo- Lingo, el Huateque, La Negra o el Jarabe Tapatío. La velada artística concluyó con danzas tradicionales de Yucatán, Nayarit, Tamaulipas, Zacatecas y Michoacán.