Espectáculos / Cultura por: Equipo de redacción INCORPORA CULTURA CDMX A SU POLÍTICA CULTURAL FORTALECIMIENTO DE LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA FORMAL E INFORMAL 2014-09-05

- Plantea el Programa de Fomento y Desarrollo Cultural 2014-2018 robustecer los programas de las escuelas del Centro Cultural Ollin Yoliztli

En cuanto a la educación no formal, reforzará la Red de Faros y replicará su modelo educativo, y próximamente se abrirá el Faro Corregidora en la delegación Gustavo A. Madero, y la ampliación del Faro Milpa Alta en la comunidad de Miacatlán


Convencida que es desde los procesos de educación y formación artística que verdaderamente se logra incidir en el desarrollo integral de los individuos y de las colectividades a las que pertenecen, la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México incorpora a su política cultural un enfoque articulador interinstitucional que fortalezca la educación artística tanto en el ámbito de educación formal como en la no formal.

En los últimos años la educación y la formación artística han sido objeto de importantes debates y reflexiones tanto en el ámbito académico como en los diferentes espacios dedicados a ello, y de manera errónea suele considerársele un simple ornamento recreativo, sin que se entienda a profundidad sus verdaderas aportaciones al desarrollo de los individuos y de sus comunidades.

Por esta razón, la institución de cultura local ha entablado alianzas de trabajo conjunto con la Secretaría de Educación de la Ciudad de México en cuanto a los procesos de enseñanza del arte como parte sustantiva de los programas de educación básica.

La idea es impulsar estrategias comunes entre ambas instancias gubernamentales con un fin compartido: la educación artística como parte de un proceso formativo especializado y de alta calidad que promueva la creatividad, la innovación y la diversidad cultural en el desarrollo integral de los educandos.

Además de ofrecer mediante la educación pública, una oferta sólida de formación artística a todos los niños de la ciudad, con igualdad de oportunidades, con profesionales en el arte como capacitadores y responsables de los programas de educación artística para lograr estos objetivos y así fortalecer y renovar la propuesta educativa en esta materia.

Por ello, es tarea de la Secretaría de Cultura a€”como integrante del Consejo de Seguimiento del Programa SaludARTEa€” apoyar a la Secretaría de Educación en esta importante iniciativa que al día de hoy ha beneficiado a miles de niños; a propósito de establecer procesos de articulación y acción conjunta en relación con este programa, el cual se implementa en algunas escuelas y busca incidir en los procesos educativos, en la nutrición y en el entorno social y familiar de los niños de escuelas primarias.

Respecto al interior de su propia infraestructura, en esta administración encabezada por Eduardo Vázquez Martín (2014-2018), la Secretaría de Cultura se ha dado a la tarea de robustecer los programas de las escuelas del Centro Cultural Ollin Yoliztli (CCOY), enfocados en su mayoría a las artes escénicas, y establecer otros campos del conocimiento (a mediano y largo plazo) que incluyan la formación en artes visuales.

La intención es instituir condiciones que favorezcan la formación integral de los estudiantes y el desempeño eficiente del personal docente que labora en el CCOY, a la par de desarrollar procesos de enseñanza y aprendizaje en diferentes disciplinas artísticas, bajo estrategias didácticas y metodologías de calidad que contribuyan al desarrollo integral y profesional de niños, jóvenes y adultos.

Con ello, se busca enriquecer la oferta académica de las escuelas del CCOY, fortalecer el perfil de egreso de los estudiantes, optimizar el potencial del personal docente, e insertar a la comunidad estudiantil en el mercado laboral del sector, así como incrementar la calidad educativa de los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Educación no formal

La Secretaría de Cultura de la Ciudad de México ha puesto principal enfoque en reforzar la Red de Faros (constituida por los cuatro Faros: Iztapalapa, Tláhuac, Milpa Alta e Indios Verdes), al fortalecer su trabajo colegiado como un modelo de formación en las artes y los oficios que vincula de manera significativa a la comunidad circundante.

En la actualidad, los jóvenes se desarrollan en un mercado carente de oportunidades formativas al no encontrar cupo en las diferentes instituciones educativas por la gran demanda, o por falta de recursos que les permita continuar con una formación integral, de tal manera que las Fábricas de Artes y Oficios han dado una salida a esta problemática en la Ciudad de México.

Después de casi 15 años de existencia, los Faros han fungido como una red que propicia el intercambio de saberes entre los diversos actores de sus comunidades; que consolida y sistematiza modelos de formación artística participativos, mediante la interrelación de los distintos campos de conocimiento y la relación entre las artes y los oficios, bajo un esquema de formación-producción ligado a opciones de desarrollo laboral en los campos cultural y artístico.

Del mismo modo, impulsa el desarrollo individual y colectivo de niños, jóvenes y adultos mediante la formación y capacitación en artes y oficios como una opción de desarrollo; favorece la formación de gestores culturales; gestiona con diversas instancias nacionales e internacionales programas de educación no formal; disminuye las conductas antisociales en las comunidades aledañas a los Faros; y consolida procesos de integración y bienestar social en las comunidades.

Por ello, la Secretaría de Cultura asume el compromiso de replicar este importante modelo educativo en otros espacios de la ciudad, como en el futuro Faro Corregidora, en ladelegación Gustavo A. Madero, y mediante la ampliación del Faro Milpa Alta a la comunidad de Miacatlán.

Para la institución, dentro de sus políticas públicas, tanto en la a€œeducación formala€ como en la a€œno formala€, es de suma importancia incluir y fomentar la investigación en los campos de la educación y la formación artística como práctica toral, pues de lo contrario, considera contradictorio establecer políticas educativas en torno del arte sin que medien diálogos, reflexiones y estrategias con los diferentes actores de la sociedad civil.

Y establece que tanto la educación y la formación artística, en un futuro, permiten sensibilizar a los diferentes grupos sociales sobre la importancia del patrimonio como un bien común; genera mediante la educación musical un público aficionado a la música de concierto; propicia una formación integral en torno al libro que permita profesionalizar los libreros y librerías de la capital del país; e impulsa procesos de capacitación y profesionalización dirigidos a artistas, promotores y gestores culturales, con el propósito de favorecer el desarrollo de estrategias.