La Directora de Proyectos Especiales de la Secretaría de Cultura capitalina participó en la celebración del centenario del natalicio del escritor en el antiguo Palacio de Lecumberri
Durante el evento se realizó la lectura colectiva de la obra El Apando de José Revueltas, con la participación de familiares del autor, funcionarios, jóvenes del programa Prepa Sí y voluntarios
De manera simultánea, la actividad se llevó a cabo en 14 centros penitenciarios del Distrito Federal
José Revueltas (1914-2014) hizo de su reclusión un espacio para la creatividad, afirmó María Cortina, Directora de Proyectos Especiales de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, durante la celebración por el centenario del natalicio del escritor en el antiguo Palacio de Lecumberri, lugar donde estuvo preso.
En representación del Secretario de Cultura, Eduardo Vázquez Martín, refirió que las mejores obras de Revueltas, Los muros de agua (1941) y El apando (1969), fueron escritas detrás de las rejas.
a€œÉl nunca renunció, igual que nunca perdió la esperanza en un México mejor, porque sabía que debía escribir y trasmitir el México que veía y llevaba dentro, y lo hizo precisamente en este lugara€, dijo el mediodía de este sábado en el edificio que hoy alberga el Archivo General de la Nación.
Cortina resaltó la asistencia de más de 300 jóvenes del programa Prepa Sí al evento, quienes respondieron a la convocatoria de participar en la lectura colectiva de la obra El Apando de José Revueltas y de ahondar en el conocimiento del autor.
Y es que como parte de la labor de la dependencia capitalina de acercar la cultura a espacios con difícil acceso a ésta, implementó la actividad de manera simultánea en 14 centros de reclusión del Distrito Federal, con la intervención de los internos, trabajadores de la Secretaría, actores y voluntarios.
a€œRevueltas no se rindió, no se rindana€, dijo enviando un mensaje a los reclusos, al tiempo que los invitó a aprovechar ese estado para hacer cosas buenas.
Entrevistada al final del evento, Cortina dio a conocer que tanto a los jóvenes de Prepa Sí que asistieron, como a los reclusos que participaron en la lectura colectiva y simultánea desde los centros penitenciarios, se les entregó el libro José Revueltas. La palabra sagrada, antología que coedita la Secretaría de Cultura con la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y Ediciones Era, para promover la obra del que también fuera periodista y guionista.
A su vez, Ricardo Cayuela, Director de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), en representación de su presidente, Rafael Tovar y de Teresa, hizo hincapié en el dicho de que la mejor forma de celebrar a un escritor es leyendo su obra y que mejor manera de leer a Revueltas que en el lugar donde fue preso político del Estado mexicano.
a€œQue hoy el Palacio negro de Lecumberri sea el Archivo General de la Nación es una transformación increíble de nuestro país y de nuestras instituciones. Que el espacio donde se reprimía la disidencia sea hoy la casa de la memoria, es algo digno de reconocimiento. Por eso, celebrar a José Revueltas, hoy a aquí, es tan importantea€, aseguró.
Mientras que en su oportunidad, Juan Ignacio Hernández Mora, Comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, anunció a los ganadores del Concurso Nacional de Cuento y Poesía José Revueltas, que convoca a todos los internos de los centros penitenciarios del país.
Se trata de Jesús Carrillo León, del Cereso número 2 de Occidente, quien obtuvo el tercer lugar por su obra Ajedrez Penitenciario; Mario Alberto Arroyo, del Cefereso número 6 Sureste, que se llevó el segundo lugar por Lo que el Capitán no supo; mientras que Lourdes Mayola Narváez, del Centro Femenil de Readaptación Social de Tepepan, ganó el primer lugar por Obituario Psíquico Inconcluso.
El funcionario federal destacó que a través de este certamen, los reclusos tienen la oportunidad de hacer del arte un eje de reflexión y encontrar sus verdaderos proyectos de vida.
Enseguida, se proyectó un video en el que los ganadores leyeron fragmentos de su obra y compartieron su inspiración para haberla creado.
Y fue la propia hija del escritor homenajeado, Olivia Revueltas, quien abanderó desde la desparecida cárcel de Lecumberri la lectura colectiva nacional de la novela El Apando, dándole paso a demás familiares, funcionarios y voluntarios, al mismo tiempo en que se llevaba a cabo en los centros penitenciarios del país.
En el evento también estuvo presente Mercedes de Vega, Directora General del Archivo General de la Nación.
Al finalizar la lectura colectiva, se abrió al público la exposición fotográfica José Revueltas: palabra de tierra y agua, junto a la cual se exhiben los documentos originales del expediente penal de José Revueltas, que se encuentra bajo la custodia del Archivo Histórico de la Ciudad de México de la Secretaría de Cultura capitalina.