Eduardo Ángel Aguilar, de la FaM de la UNAM, es uno de los triunfadores del primer Concurso de Composición Arturo Márquez para Orquesta de Cámara, que convoca el Conaculta y la SACM
Fue el único de los galadornados que obtuvo decisión unánime por su obra a€œEl Malcomidoa€, estrenada por la Orquesta del Festival Artístico de Otoño
a€œAnoche bajé una fruta, la más preciosa, la más jugosa que pude oler; quisiera morderte un poco, pero me asusta tu sabrosura y mi mal comer. Que te voy a morder, que te voy a morder, que te voy a morder si me gustas tanto, no sé qué hacer, si te quiero comer, si te quiero comer, si te quiero comer, yo estoy mal comido y tú estás tana€¦a€.
Así refiere uno de los fragmentos del segmento cantado de a€œEl Malcomidoa€, la pieza compuesta por Eduardo Ángel Aguilar Vásquez, de la Facultad de Música (FaM) e integrante del Sistema de Becas para Estudiantes Indígenas (SBEI) del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad (PUIC) de esta casa de estudios, con la que obtuvo uno de los tres premios del primer Concurso de Composición Arturo Márquez para Orquesta de Cámara.
a€œEs una pieza divertida, la hice a partir de un verso que se me ocurrió; tiene una parte donde pongo a los músicos de la orquesta a cantar, fue raro para ellos porque no están acostumbrados. A mí no me importaba que estuvieran afinados, lo que buscaba era que se identificaran con el verso y tener un poco de diversión. La pieza dura 12 minutos, lleva solos de clarinete, trombón y cuerdas, también tiene partes lentas, un poco nostálgicasa€, relató Eduardo.
a€œFue una sorpresa ser ganador del concurso a€“convocado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM)a€“ porque no había escrito una obra orquestal. La hice relativamente rápido, en unas dos semanas, y fue exclusiva para el concurso, directo a la partitura; probé algo en el piano, bosquejos, canté algunas cosas, acudí con instrumentistas y la cosí paso a pasoa€, compartió.
Oaxaca en Coyoacán
A 500 kilómetros de la ciudad de México se hallan los orígenes y la esencia de Eduardo, en Ocotlán de Morelos, Oaxaca. a€œSu puebloa€, como lo refiere, entra en comunión y sincretismo con Coyoacán, sede de la FaM, y el entorno se vuelve familiar entre pregones, mercados y el bullicio tradicional.
a€œSon muy parecidos, así que de repente no se nota tanto la diferencia, por eso a lo mejor mi música se volvió un poco más ruidosa, pero me gusta. Toda la vida estuve en mi pueblo, vine a la ciudad hace casi cinco años, al ingresar a la escuela; la música que escuchaba allá es distinta a lo que tuve entrando a la facultad.
a€œNo conocía nada de la clásica, sólo referencias de la radio; estoy más habituado a los instrumentos de aliento, las bandas, que son aparatos de metal, trombón, trompetas, tuba, clarinetes, saxofones, no tanto las cuerdas. Llegué a la UNAM sin saber piano ni solfeo; mi familia sabe y toca música, pero carece de una instrucción formala€, apuntó.
Siempre hubo algo soliloquial que delató el oficio de compositor en Eduardo. Quizá una duplicidad en su identidad, un a€œángela€. Aunque es ejecutante de piano y guitarra, la composición es su proyección.
No preciso en qué momento, pero sí recuerdo que de pequeño escuchaba música en mi cabeza que podía generar y manipular. Quizá eran melodías que traía en la memoria, de las bandas de mi pueblo, y culturalmente me identificaba con ellas; pero también pudieron ser simples ruidos, un espectro sonoro escondido por ahí. En la escuela supe que debía direccionar los a€œruidosa€, y que hay métodos para sacar esa música y escribirla, explicó.
Certamen
Integrado por los compositores Arturo Márquez, Javier Álvarez, Gerardo Tamez y Leonardo Coral, el jurado premió las piezas a€œEl Malcomidoa€, de Eduardo Ángel Aguilar Vásquez; a€œSon de Mara€, de Edgar Adán Ramírez Mota; y el concierto para arpa a€œÁngel Mestizoa€, de Juan Pablo Contreras Palomar.
Con este concurso, en cuya primera edición participaron 41 piezas, se busca reconocer la trayectoria artística del sonorense Arturo Márquez, a€œuno de los compositores mexicanos con mayor solidez y proyección nacional e internacional, cuya obra valora y enaltece las formas y estilos musicales tradicionales y popularesa€.
Además, apoyar a jóvenes compositores (menores de 40 años) de música mexicana de concierto e incentivar la conjunción que históricamente ha existido entre las músicas de concierto, la popular y la tradicional
Las composiciones ganadoras fueron estrenadas en una ceremonia de premiación por la Orquesta del Festival Artístico de Otoño.