_  El premio se entregará durante la inauguración de la XIV Feria Internacional del Libro en el Zócalo 2014 por el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, el Doctor Miguel Ángel Mancera, y el Secretario de Cultura, Eduardo Vázquez Martín
Muerte súbita fue elegida entre 80 obras de autores iberoamericanos por el jurado integrado por Eduardo Antonio Parra, Vicente Quirarte y Ana Clavel, ganadora de la edición anterior
La obra del escritor tapatío logra crear un retablo barroco donde se sintetizan múltiples tiempos y espacios en una estructura armónica y compleja
 
El Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Cultura, informan que el escritor mexicano Álvaro Enrigue es el ganador de la séptima edición del Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska 2014 por su obra Muerte súbita.
El Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska de la Ciudad de México, que el Gobierno de la Ciudad de México promueve a través de la Secretaría de Cultura, es un reconocimiento a la mejor novela publicada en lengua española en un periodo de 12 meses, de junio 2013 a junio de 2014 y a uno de los escritores más importantes de Iberoamérica por su permanente aportación a la literatura y por el trabajo literario que lo respalda.
La novela galardonada fue elegida de entre 80 títulos concursantes. Participaron novelas de diferentes regiones de Iberoamérica: Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Perú, Puerto Rico, y Uruguay.
Ana Clavel, Eduardo Antonio Parra y Vicente Quirarte, integrantes del jurado del certamen iberoamericano, decidieron otorgar por unanimidad el premio a Muerte súbita, novela publicada por la editorial Anagrama.
El jurado del Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska decidió otorgar a la novela del escritor oriundo de Guadalajara, Jalisco, ya que logra crear un retablo barroco donde se sintetizan múltiples tiempos y espacios en una estructura armónica y compleja. La novela se inscribe en una tradición contemporánea que reflexiona sobre la creación misma y urde un entramado poético de la historia que inaugura un espacio para la imaginación verbal mediante una propuesta estilística original y novedosa.
El Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska es un certamen que cada año adquiere un perfil propio, que tiene que ver con las instituciones que lo patrocinan a€”la Secretaría de Cultura y la Feria Internacional del Libro en el Zócaloa€”; por ello, se han reconocido trabajos de largo aliento y cierto carácter social e histórico.
Para dar cuenta de lo anterior podemos recordar que las seis ediciones anteriores las ganaron Expediente del atentado, de Álvaro Uribe; Península, península, de Hernán Lara Zavala; Yo, la peor, de Mónica Lavín; Inés y la alegría, de la escritora española Almudena Grandes; Canción de tumba,de Julián Herbert, y Las ninfas a veces sonríen, de Ana Clavel.
El reconocimiento se entregará a€”como es ya una costumbrea€”, durante la inauguración de la XIV Feria Internacional del Libro en el Zócalo 2014 por el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, el Doctor Miguel Ángel Mancera, y el Secretario de Cultura, Eduardo Vázquez Martín.
La Feria Internacional del Libro en el Zócalo, se sitúa ya como la más popular y concurrida del país, reúne este año a 292 editoriales y más de 450 sellos, así como a relevantes autores mexicanos y extranjeros, y espera atender en esta edición a más de 800,000 personas.
Álvaro Enrigue, narrador y crítico
Álvaro Enrigue nació en Guadalajara, Jalisco, en 1969. Narrador. Es crítico de literatura y profesor. Impartió la materia de Literatura del Siglo XX en el departamento de letras en la Universidad Iberoamericana y composición y traducción en la Universidad de Maryland, en donde estudió su doctorado en Letras latinoamericanas. Ha colaborado en revistas y suplementos de México y España, como Ínsula, Lateral, Letras Libres y Vuelta. Premio Joaquín Mortiz para Primera Novela 1996 por La muerte de un instalador.
             
Muerte súbita
El 4 de octubre de 1599, a las doce en punto del mediodía, se encuentran en las canchas de tenis públicas de la Plaza Navona, en Roma, dos duelistas singulares. Uno es un joven artista lombardo que ha descubierto que la forma de cambiar el arte de su tiempo no es reformando el contenido de sus cuadros, sino el método para pintarlos: ha puesto la piedra de fundación del arte moderno.
El otro es un poeta español tal vez demasiado inteligente y sensible para su propio bien. Ambos llevan vidas disipadas hasta la molicie: en esa fecha, uno de ellos ya era un asesino en fuga, el otro lo sería pronto. Ambos están en la cancha para defender una idea del honor que ha dejado de tener sentido en un mundo repentinamente enorme, diverso e incomprensible.
En Muerte súbita el poeta Francisco de Quevedo conoce al que será su protector y compañero de juerga toda la vida en un viaje delirante por los Pirineos en el que una hija idiota de Felipe II será propuesta para reinar en Francia y Cuauhtémoc, prisionero en la remota Laguna de Términos, sueña con un perro.
Caravaggio cruza la plaza de San Luis de los Franceses, en Roma, seguido por dos sirvientes que cargan el cuadro que lo convertirá en el primer rockstar de la historia del arte, y el amateca nahua Diego Huanitzin transforma la idea del color en el arte europeo a pesar de que habla en castellano imaginario. La duquesa de Alcalá asiste a los saraos reales con una cajita de plata rellena de chiles serranos y usa un verbo que nadie entiende, pero parece temible: A«xingarA».
Muerte súbita se vale de todas las armas de la escritura literaria para dibujar un momento tan deslumbrante y atroz en la historia del mundo que sólo puede ser representado mediante la más venerable y maltratada de las tecnologías, el artefacto cuya regla de oro es que no tiene reglas: Su Majestad la novela. Y estamos ante una novela realmente majestuosa, de enorme ambición y gran calidad literaria.
Elena Poniatowska
Escritora, poeta, periodista, cuentista, novelista y guionista quien renunció a la Europa de la nobleza para reafirmar su nacionalidad mexicana y entregarse de lleno a los temas sociales del país.
Ha recibido premios por su labor periodística y obra literaria como el Alfaguara en 2001 y el Rómulo Gallegos. Tiene múltiples doctorados honoris causa por distintas universidades y se distingue también por haberse negado a recibir el Premio Xavier Villaurrutia por su obra La noche de Tlatelolco, bajo el argumento de que no podría obtener un estímulo que recordara los trágicos sucesos de octubre de 1968.
Pertenece a la dinastía de Rosario Castellanos, Virginia Wolf y Margarita Yourcenar, quienes recrearon el mundo a través de una literatura de género, por lo que han seguido sus huellas otras escritoras.
A lo largo de su vida, ha testificado movimientos como la huelga de ferrocarrileros en 1959, que encabezó Demetrio Vallejo, por el cual ella acudió muchas veces al Palacio Negro de Lecumberri. En 1968, describió la masacre del 2 de octubre donde, de acuerdo con periódicos europeos, murieron 250 personas, y posteriormente fue partícipe del olor que dejaron tras de sí los terremotos de 1985.
Pero, para ella, la gran estrella de su vida es el plantón de 50 días como protesta al fraude electoral de 2006, que quitó el triunfo al candidato opositor Andrés Manuel López Obrador.
   
                                            
                                            
                                            
                                                