_ A 10 años de la desaparición física de la antropóloga y etnóloga de origen alemán Heidi Chemin Bässler (1940-2006), se le rindió un emotivo homenaje al que asistieron amigos, discípulos y funcionarios culturales, quienes se reunieron en el Museo Regional Potosino (MRP) para hablar de a€œla Chiminaa€ (madrecita) como cariñosamente la llamaban, así como de su trabajo que contribuyó a poner en el mapa etnográfico a las comunidades pames que estuvieron olvidadas por siglos.
El antropólogo Diego Prieto Hernández, secretario técnico y encargado de la Dirección General del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), expresó que este homenaje debe ser una fiesta para Heidi, a€œella hablaba de la fiesta de los muertos y ésta es una a 10 años de muerte, pero también es una ocasión de ponderar su labora€.
Añadió que Heidi, al igual que su amigo y mentor Roberto Stavenhagen, estuvo comprometida con la causa de los pueblos indígenas de América, de su diversidad, de sus derechos territoriales, culturales, sociales y étnicos.
a€œChemin Bässler realizó una etnografía interpretativa, no sólo se dedicó a describir cosas, sino que las interpretó y se atrevió a construir explicaciones, eso me parece de gran importanciaa€.
Asimismo, dijo, su etnografía fue profundamente empática, porque dejó una presencia, una cercanía con la comunidad que la recuerda con afecto, pero también con gratitud. a€œHeidi tenía un compromiso, más que político, moral con las comunidades que recorrió, porque siempre estaba preocupada por mejorar a las comunidades pamesa€.
El secretario técnico del INAH mencionó que su amistad con la etnóloga inició en 1995, cuando la conoció en el Primer Coloquio Internacional sobre el Pamerío, y al paso de los años se fue acrecentando y permaneció hasta los últimos días de su vida.
En el evento, que se realizó en la Capilla de Aranzazú del museo potosino, el antropólogo Hugo Coto Nieto, del Centro INAH SLP, refirió que los pames fueron uno de sus principales referentes de Heidi Chemin, a€œsu punto de anclaje y el espacio desde donde se situó para escribir sobre la riqueza cultural y denunciar las condiciones adversas de los habitantes de esos ranchos, pueblos, comunidades y ejidos, pero también dedicó buena parte de su esfuerzo en tratar de aminorar esa marginación y pobrezaa€.
Ese intenso trabajo etnográfico, dijo, está plasmado en sus textos, pero también está fijo en la memoria de los pames, quienes la recuerdan cercana a su vida cotidiana, caminando largos trayectos en la sierra, trabajando bajo la luz de las velas, buscando los servicios médicos o de agua potable para sobrevivir.
Los textos de Chemin Bässler siguen siendo un referente para las investigaciones antropológicas e históricas con una mirada integral que permiten conocer la realidad como un todo.
Dominique Chemin, pareja de la desaparecida antropóloga, hizo un recorrido por la vida de Heidi desde sus primeros años en Alemania hasta su muerte.
Recordó que ella heredó de su padre el gusto por la música, y de su madre el buen trato con la gente, porque durante años le ayudó a atender una tienda para turistas, en la que practicó el inglés y el francés. Tiempo después viajó a París a realizar sus estudios, posteriormente llegó a México para hacer su tesis de maestría sobre el grupo étnico pame, del que poco se sabía, y del cual se enamoró y trabajó durante 30 años.
En esos años, Heidi Chemin se adentró en las comunidades y conoció de sus rituales de Día de Muertos, de su música y de su lengua que aprendió y de la cual realizó un vocabulario. Cuando murió, en noviembre de 2006, fue velada a la usanza de los pames y sus cenizas fueron depositadas en el panteón de Santa María Acapulco, en la Sierra Gorda Potosina.
El secretario de cultura estatal, Armando Herrera, sostuvo que este homenaje, a 10 años de la muerte de Heidi Chemin, es una oportunidad no sólo para recordar a una investigadora imprescindible en el estudio del pamerío, sino también para hacer un llamado en favor de estas comunidades.
Como parte del reconocimiento a la labor de la antropóloga se inauguró la exposición Homenaje a NnamA´ Chimina Heidi Bässler, en la que se aprecia más de una decena de imágenes captadas por el antropólogo Hugo Coto Nieto, de poblaciones pames, como Santa María Acapulco, Alequines, La Palma y la Ciudad del Maíz, hasta donde llegó a lomo de burro para estudiarlas, convivir con ellas, pero también para denunciar la marginación en la que se encontraban.
En la muestra también se exhiben cestas de palma, ollas de barro, así como una máscara elaborada con madera y crin de caballo, una flauta y una muñeca hecha con hojas de maíz seco. La exposición permanecerá abierta hasta febrero de 2017, en la entrada de la Capilla de Aranzazú, del Museo Regional Potosino.
En el evento también estuvieron Luis Pedro Gutiérrez Cantú, director del MRP; Yolanda Lastra, investigadora del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM; Renata Schneider, restauradora de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, y Begoña Garay, restauradora de la Sección de Monumentos Históricos del Centro INAH SLP.
