_ En la vida moderna se ha multiplicado de forma drástica el uso de antibióticos y, sobre todo, la prescripción de manera no razonada, de ahí que su consumo es un factor que altera de forma importante a la microbiota, alertó Luis Manuel Perea Mejía, profesor del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
La microbiota, explicó, es una comunidad de microorganismos que ocupan un espacio definido en el cuerpo humano, y la componen organismos procariontes, eucariontes y virus. Entre ellos destacan las bacterias (las más abundantes y diversas); también hay archaeas, virus, hongos (levaduras) y parásitos (protozoarios).
Existe la intestinal, oral, vaginal y de la piel, la cual forma comunidades en diferentes nichos; además, la pulmonar, del ojo, seminal y de la placenta, dijo el experto al ofrecer la conferencia a distancia “La microbiota, su importancia en la salud y enfermedad del humano”, como parte de las actividades de la Sexta Feria del Libro de Ciencias de la Salud 2021.
El universitario abundó que medicamentos no antibióticos, como los que se usan para enfermedades crónicas del corazón, diabetes y baja de triglicéridos, también ocasionan alteraciones en estos nichos de microorganismos, al igual que la dieta, el estilo de vida y la modificación del sistema inmune a través del uso de diversos fármacos.
De vital importancia
Perea Mejía enfatizó que en el cuerpo humano un grupo de microorganismos que conforman la microbiota convive con el sistema inmune del organismo, con el que debe mantenerse en equilibrio. La adquirimos a partir del nacimiento (según el tipo de parto, natural o cesárea) y durante los primeros años de vida, donde influye la edad del destete y si la alimentación es con lactancia materna o con fórmula.
“Desde la colonización inicial induce anticuerpos contra diferentes estructuras bacterianas y, a mayor diversidad de microorganismos, mayor potencial de protección”, aseveró.
Sin embargo, cuando está en desequilibrio se asocia con enfermedades, en especial infecciones oportunistas como caries, enfermedad periodontal, infección de vías urinarias, colitis, peritonitis, neumonía y otitis media, entre otros padecimientos, advirtió el experto.
Entre las funciones metabólicas de la microbiota, Perea Mejía comentó su participación en la síntesis de vitaminas K, biotina y folatos, absorción de iones, conversión de bilirrubina en urobilinógeno, conservación de nutrimentos no degradados por las enzimas intestinales y producción de ácidos grasos de cadena corta que pueden ser usados como combustible del organismo.